Imagen de archivo de una intervención en los quirófanos de Son Espases.    | Redacción Local

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Si en enero de 2021 había 50.224 personas pendientes de la sanidad pública, ya sea para una primera consulta o para una operación, en enero de 2022 eran 74.333. Las listas de espera crecen un 48 % en un año y suman a 24.109 pacientes más. Es uno de los principales daños colaterales de la pandemia sobre el sistema sanitario que lleva dos años con reiteradas frenadas a la atención asistencial.

Aumentan los pacientes y sube también el número de personas que esperan más tiempo del considerado recomendable por las mismas autoridades. El pasado enero había 59.015 ciudadanos pendientes de una primera consulta con un especialista en Baleares y de éstos, el 42 %, es decir hasta 24.839 personas, llevan esperando más de dos meses de media. Para hacerse cargo de lo que eso significa cabe recordar que son pacientes que podrían acogerse al decreto de garantía de demora que quedó suspendido por pandemia y que garantiza ser atendido en un tiempo razonable.

Es la cifra más alarmante y una de las que indican el perjuicio de los retrasos generados sobre la población pues ha crecido en un 130 % respecto a hace un año, cuando había 10.805 que superaban los dos meses de espera para ver a un especialista. Y es que la demora media, en general, ya supera este periodo y es de 61,8 días, cuando en enero de 2021 eran de 49 días. Desde Salut en ocasiones se ha explicado que lo más relevante es ver el tiempo que se tarda en dar la atención y no la lista de personas, pues con los parones de asistencia a raíz de la pandemia se han ido acumulando visitas y operaciones. Lo importante no es el número sino es darles una respuesta cuanto antes.

Intervenciones quirúrgicas

Hasta 15.318 personas esperaban para una operación en enero, un 21 % que las 12.664 que había hace un año. El 25 % de los pacientes que deben ser intervenidos llevan más de medio año en esta lista, un 7 % más. Se trata de 3.841 personas cuya demora va más allá de lo recomendable. En cualquier caso se trata de operaciones no urgentes pues éstas no han dejado de hacerse en toda la pandemia, aunque detrás de cada ciudadano que espera hay una necesidad. La demora media es el único indicador que baja dos días respecto a hace un año y se sitúa en los 141, si bien ha ido creciendo desde el pasado noviembre.