Los comercios, como el de la foto, deberán cerrar las puertas para ahorrar energía. | Jaume Morey

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La Federación de Empresarios de Comercio de Balears (Afedeco) y la patronal del Petit i Mitjà Comerç de Mallorca (Pimeco) rechazan las restricciones del Gobierno en el uso del aire acondicionado y la calefacción de los comercios. «Me parecen una auténtica vergüenza, y encima sale el presidente Pedro Sánchez diciendo que se quitarán la corbata como muestra de solidaridad», dijo este martes a este diario el presidente de Afedeco, Toni Gayà. «No todos los locales son iguales, los hay que necesitan tener una temperatura más baja», añadió.

El Plan de Contingencia y Ahorro, aprobado el lunes en el Consejo de Ministros, obligará desde el próximo martes a limitar el aire acondicionado a una temperatura mínima de 27 grados y hacer lo mismo con la calefacción, que no podrá superar los 19 grados. La medida también afecta a edificios administrativos públicos y privados, como oficinas, así como a hoteles, restaurantes, bares, teatros, supermercados y grandes almacenes. Se exceptúan las peluquerías.

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«Con esta temperatura, en verano, no se podrá estar, por ejemplo, en El Corte Inglés; se creará un ambiente de mal olor y no te querrás quedar», opinó Gayà. Además, el presidente critica que se haya impuesto la misma limitación en toda España, porque «no hace el mismo calor aquí que en Asturias o Andalucía». El representante de Pimeco, Toni Fuster, comentó lo mismo: «Con 27 grados se pasará calor y con 19 frío; nuestro clima es muy diferente al resto».

Otra medida que cuestionan es la de que los comercios tengan que tener puertas automáticas y que las mantengan cerradas para mejorar la eficiencia energética. El propietario de una zapatería del Carrer Sant Miquel que prefiere no dar su nombre, explicó que no tiene puerta corredera. «Me supondrá una gran inversión», lamentó. Asimismo, hay que destacar que C&A y otros locales de la calle Jaume III ya mantenían ayer las puertas automáticas cerradas.

Apoyo del Govern

El vicepresidente balear y conseller de Sectors Productius, Juan Pedro Yllanes, recordó ayer que iban a publicar una instrucción para fijar la temperatura de los edificios públicos entre 21 y 26 grados. Sin embargo, «nos adaptaremos» a la exigencia estatal porque «podemos tener un problema de suministro a consecuencia del bloqueo del gas ruso». Yllanes avanzó que mañana se reúnen con las patronales para abordar este tema. De hecho, este martes, las luces de las fachadas del Consolat de Mar y sa Llonja se apagaron por la noche, como establece el Gobierno. El plan de ahorro busca cumplir la exigencia de la Comisión Europea de reducir un 7 % el consumo energético español para dar respuesta a la amenaza rusa de un corte de gas.