Un colegio electoral de Italia el pasado domingo.

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Las elecciones en Italia del pasado domingo han adquirido una especial cobertura mediática, con la entrada en el Gobierno de Hermanos de Italia, el partido ultraderechista de Giorgia Meloni. El mundo ha mirado la elección de los italianos con una mezcla de sorpresa y estupor, sobre todo, los sectores europeístas, temerosos de la línea de acción del nuevo Ejecutivo.

Carlo Lentini, residente en Mallorca, votó con dos semanas de antelación por correo y lo hizo por la que se será finalmente la primera ministra, Giorgia Meloni. De tendencia conservadora, Lentini considera que «Italia necesita un cambio profundo» y percibe a Meloni como la única capaz de llevarlo a cabo, al no haber formado parte del anterior gobierno de unidad nacional, presidido por Mario Draghi. Los desafíos de los últimos años, como la gestión de la pandemia de coronavirus o la respuesta a la invasión de Rusia, han decepcionado a gran parte de los italianos, incluido Lentini. «Se podría decir que la he votado un 50 % por descarte y un 50 % por su coherencia política», explica, pues, teniendo en consideración solo los partidos del espectro derecho, solo Meloni ha logrado su confianza. «Salvini propone cosas sin sentido y sin dar alternativa y Berlusconi es un personaje», critica.

A Gian Luca Giorgi, de 59 años y natural de Roma, también le tocó votar el pasado domingo. Casado con una española y asentado en Mallorca desde 2009 por motivos laborales, viajó hasta Italia para votar presencialmente. Voló el sábado y a primera hora del lunes ya estaba de vuelta en la Isla. Su voto fue a parar a Alternativa Verdi e Sinistra, el partido ecolologista, de izquierdas. El resultado, totalmente opuesto a su voto, lo define como «triste, pero muy esperado». Lamenta que el partido de Giorgia Meloni mantiene «una visión retrógrada de un país cristiano que ya no existe». A pesar de su oposición política, en su fugaz viaje a tierras italianas, ha percibido un ambiente normal, lejos de grandes tensiones: «Hay más preocupación en el resto del mundo que en Italia sobre las elecciones», asegura.

Giorgi apunta como claves en la victoria de Hermanos de Italia a las posturas ambiguas de Meloni, así como a su nulo desgaste político, al no haber formado parte del anterior gobierno. También pone de manifiesto que existe en Italia una opinión pública bastante en contra del envío de armas a Ucrania. Meloni, al no formar parte del Gobierno que sí ha enviado armamento, se erige, cree Giorgi, en una alternativa que, visto el resultado, puede haber dado sus frutos.