Mariluz Pradana, Oriol Lafau, Justina Sureda, Nicole Haber, Joaquín García de Castrillón y Lola Gabaldón, parte del equipo de coordinación de salud mental de Balears. | Pere Bota
Palma10/10/22 3:59
Aumentan los problemas de salud mental y las unidades se desbordan. Pero la falta de profesionales de este ramo también crea un cuello de botella en las listas de espera. En estos momentos hay 67 profesionales trabajando en las diferentes unidades de salud mental de las Islas, que se ampliarán a 80 el próximo año. Siempre y cuando el IB-Salut encuentre trabajadores. Por ejemplo, faltan psiquiatras de patología dual en Eivissa; no hay psicólogo clínico en el hospital Psiquiátrico; y hay una plaza vacante de psiquiatría infanto-juvenil en Son Espases.
7 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Menos pastillas , más amor
Pero saben catalán, que es lo realmente importante.. si es que os quejais por bobadas. (Ironic mode ON)
TortugNo eres el único,y te creo. Recuerdo una vez por que no fui más me derivaron a una psicóloga de la sanidad pública,la primera sesión se la paso bostezando,"gran profesionalidad" Seguramente a 70 € la hora ni parpadearia.
De cada vez hay menos profesionales en todos los sectores,los jovenes solo quieren ser como los tronistas,youtubers y toda esa panda de vagos que ganan dinero a espuertas sin dar un palo al agua.Hay que fomentar a los jovenes y los que vienen detrás suyo que es muy necesario.vamos de mal en peor!!España va bien
Hay que emplear el dinero en cosas quede verdad hace falta para el ciudadano …..sanidad,educación, policía,bomberos etc.y no tanta gente sentado detrás de un escritorio….. y seguro que mucho del dinero recaudado se pierde por el camino…..
I dels pocs dels que se disposen, n'hi ha de ganduls, com una psicòloga que m'arribava tard a cada sesió (i això que només em donaven UNA al mes), 3 vegades consecutives, i a la 3ª, per si fos poc la falta de respecte, se va posar a mirar el whatsapp per davall sa taula, i ni escoltava que deia. I no eren imaginacions meves, perquè vaig callar de cop, i al adonar-se que no deia res, ja va mirar-me intentant dissimular, però al deixar el mòbil al calaix, al momentet va sonar un só del whatsapp; els conec perfectament . Li vaig plantar una reclamació, per pocavergonya, i me van canviar de professional. Que tampoc va anar bé, perquè estava de baixa, i em varen començar a marejar amb una suplent, diguent-me que li expliqués tot de nou. (I clar, li vaig dir: "Però, a veure, li explico, lo ja explicat, i per al final re-que-te-explicar a s'altra que ara està de baixa. Això no és seriós). I ja no vaig tornar. Una presa de pèl.
OCHO AÑOS...para esto. Peor que nunca.