Imagen de una anterior edición de la Vuelta a Mallorca, ante la Seu. | Pilar Pellicer

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El marco de Mallorca resulta atractivo para cualquier evento deportivo. Pero cuando se mezcla la vertiente turística con la participativa, la Isla es un escenario con el que resulta complicado bregar. Y el potencial de una oferta como la emergente del mototurismo plantea la posibilidad de organizar pruebas que permitan lucir los encantos y la fuerza de este destino para reunir a los aficionados al deporte de las dos ruedas, en una vertiente máslúdica que competitiva.

El calendario balear, pero también el nacional y el internacional, sitúan a la mayor de las Baleares como un punto de escala consolidado. La muestra, la Volta a Mallorca Internacional en Moto, que alcanza su edición número 47 entre los días 16 y 18 de junio próximos, poco después de celebrarse la Ruta Luis Salom, en recuerdo al carismático piloto isleño, contando además con una prueba nocturna que recorre la Isla, o con el IronMotard y la Ruta Illes Balears, entre otras.

La Volta a Mallorca se engloba dentro del Touring World Challenge, es decir, forma parte del calendario de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), siendo la única cita que se disputa en Baleares con este rango, además de estar dentro de la agenda del RFME Touring Challenge (Copa de España de Mototurismo) de la Federación Española, bajo la organización del Moto Club Media Milla, un experto en estas lides. La prueba programa diferentes rutas por varios rincones de Mallorca, además de visitas a lugares como el Castell de Bellver o el de San Carlos.