Imagen de las autoridades presentes el día de la inauguración de la planta de hidrógeno de Lloseta, en marzo de 2022. Tras las autoridades, el electrolizador, que está fuera de servicio. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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La planta de hidrógeno de Lloseta no podrá funcionar hasta finales de año, en un plazo que se iniciaría el próximo octubre y que, en el peor de los casos, podría alargarse hasta enero de 2024. Según ha podido saber este periódico, el fabricante del electrolizador, Accelera (del grupo norteamericano Cummins) comunicó el pasado abril a las empresas participantes en el proyecto (Acciona Energía, Enagás Renovable, Cemex, Redexis) y al Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, que tardaría «de 6 a 9 meses» en solucionar el fallo de diseño que presenta el dispositivo, que, mediante un proceso de electrólisis, separa moléculas de agua en átomos de oxígeno e hidrógeno.

Como ya informó este periódico, el fallo de diseño no sólo afecta al electrolizador de Lloseta, sino a todos los de su serie, un total de 12 repartidos en diversos países y entre los que se encuentra el que debe aportar hidrógeno a buses de la Empresa Municipal de Transports de Barcelona, sólo que en ese caso el proyecto está gestionado por Iberdrola.

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A partir de la detección de ese problema técnico, el fabricante hizo un llamamiento a sus clientes para que paralizasen la producción de hidrógeno, pues su actividad podría dañar irremediablemente al electrolizador, un dispositivo valorado en varios millones de euros. Al parecer, la solución o reparación (no haría falta una sustitución del electrolizador) consistiría en la modificación y ajuste de un módulo del dispositivo, pero el fabricante no espera tener resuelto el problema antes del próximo octubre.

De esta situación se habría informado a los actuales responsables del Ajuntament de Palma el pasado junio, ofreciéndoles la posibilidad de comprar hidrógeno producido en la Península con las mismas condiciones económicas que supondría la adquisición de combustible de Lloseta. El Ajuntament de Palma ha negado que conociera estas circunstancias. Mientras tanto, si se cumplen los plazos anunciados por el fabricante, habrán transcurrido casi dos años sin que la planta de hidrógeno de Lloseta (cuyo nombre oficial es Power to Green Hydrogen Mallorca, enmarcado en el proyecto europeo Green Hysland) haya cumplido su objetivo.

El apunte

Para el alcalde de Palma, «es casi una malversación»

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, dijo este viernes que «el suministro de hidrógeno a cinco autobuses de la EMT que no pueden circular sería casi una malversación de fondos públicos. El PSIB compró hidrógeno para unos buses que solo pueden salir de cocheras y volver. Deberían haber pensado en no comprar esos buses».