Josep Lluís Pol i Llompart en una imagen cedida por el autor.

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El matemático y profesor Josep Lluís Pol i Llompart recuerda que su sobrina Claudia, de tres años, le acercó dos algarrobas que cogió del suelo mientras jugaban en verano y que, casualmente, juntas, formaban el número 60. Era la cifra a la que precisamente le estaba dedicando su último libro: 60 de seixanta (El Gall Editor), donde el lector descubrirá la presencia de este número en el arte, la música, la geografía, la historia, la física y la astronomía. Un viaje por el mundo a través de las matemáticas.

La coincidencia de su sobrina acabó en fotografía, con unas manos sosteniendo las algarrobas que representan su próximo cumpleaños, y decidieron que ilustrarían la portada. «Es la cifra más importante para medir el tiempo; los sumerios fueron la civilización que idearon un sistema numérico sexagesimal, hace 5.000 años», recuerda el profesor en el primer capítulo. Su interés por las cosas queda reflejado en la elección de los temas tratados para hablar del 60, y que van desde las ‘rondalles' y la carrera espacial, hasta el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy.

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«Hasta finales del siglo XIX, las matemáticas salen a medida que uno tiene problemas para resolver algo: las derivadas e integrales se inventan para resolver una paradoja griega», explica el autor, y aclara que enseñar matemáticas como se hace en la escuela es algo relativamente reciente. Por eso, está interesado en conectar los números al resto del mundo, a cosas que interesen a los alumnos. «Primero sentimos y luego entendemos, dijo Ramon Llull. Si de primeras emocionas a un público, lo que digas después lo asimilará mucho mejor porque te atenderán mucho más, incluso si cambias de temas durante tu discurso», asegura el profesor, que justo está leyendo un libro sobre neurociencia en el que se explican estos procesos.

El autor del libro, que presenta el día 20 de diciembre en Can Alcover a las 19 horas, reivindica la importancia de las matemáticas, recordando que los pitagóricos, en la Antigua Grecia, crearon una secta porque sabían de su poder. «Ellos querían ocultar algunos secretos, pero nosotros tenemos el deber de que los conocimientos matemáticos lleguen a toda la población», defiende. El libro también se presentará en la La Porciuncula de Palma a finales de enero.