El presidente de la Cámara junto a representantes de la Mesa y portavoces de los grupos durante el brindis navideño de este miércoles. | Parlament.

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La última declaración institucional –un texto pactado por todos los grupos y sin reparos de nadie– que se leyó en el Parlament fue el 28 de febrero de 2023: era una declaración, que se leyó al inicio de la sesión plenaria de aquella jornada, con motivo del Día Mundial en contra de las enfermedades minoritarias.

Desde que se inició, el pasado junio, la XI Legislatura no se ha leído ninguna y no hay ninguna en preparación. No ha habido acuerdo entre los grupos políticos, confirman portavoces de todos ellos. Eso es lo que ha llevado a que, desde junio, se hayan leído diferentes manifiestos fuera del salón de sesiones. El pasado martes no hubo acuerdo siquiera para una declaración a favor de los Derechos Humanos. Sí se leyó, fuera del pleno, un manifiesto de todos los grupos salvo Vox. Un portavoz de este grupo precisó que el texto contenía alusiones no compartidas. Este partido rechaza, en general, cualquier alusión a la Agenda 2030 o al cambio climático. En 2017 se leyeron las últimas relacionadas con el Día Internacional de la Mujer y el Día contra la Violencia hacia las Mujeres.

Enorme responsabilidad

Esta última semana viene marcada por el debate de los Presupuestos y los próximos días serán «de mucha intensidad», según dijo este miércoles el presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, rodeado de portavoces de todos los grupos. Fue durante el brindis que se celebra cada año con los medios de comunicación. Le Senne indicó que era bueno «hacer un breve paréntesis» y reivindicó el «respeto mutuo entre periodistas y políticos» que –añadió– «no está reñido con la sana y necesaria discrepancia»

En una breve intervención, que él mismo dijo «no contendría grandes titulares» afirmó que la periodística es «una labor ligada a una enorme responsabilidad, no solo de vuestra dedicación, sino también del rigor y la honestidad propios sobre los que se sustenta toda la actividad periodística» . Le Senne felicitó la Navidad y dijo que no se trataba de un mero formalismo ni de palabrería hueca para cubrir el expediente sino de un sincero deseo porque «como católico practicante, o ultracatólico, como me llaman algunos, recuerda al inminente nacimiento de Jesús».

Luego, continuó el debate de las enmiendas a los Presupuestos.