Picornell explica que «el concepto de ‘Mallorca profunda' lo inventaron cuatro urbanitas que no saben ni qué es Mallorca ni qué significa ‘profunda'. Sin ir más lejos, en mi pueblo, Sant Joan, el alcalde es inglés, el rector es africano, el dentista es alemán, el cocinero de Ca'n Tronca, un restaurante de culto para los payeses, es marroquí y el que hace las ensaïmadas más trunyellades es argentino. Esto lo dice todo».
El escritor sentencia que «la ‘Mallorca profunda' es una idealización y folklorización de un conjunto de cosas que existían. La nostalgia no es peligrosa, nos ayuda al ser una forma de memoria que filtra los recuerdos, aparta el que no interesa y usa el bueno». «Muchas veces hemos reducido de una manera, yo creo que suicida, la recuperación de la mallorquinidad al aspecto cultural. Cultura ¿no? Y un poco de ball de bot. No, este concepto tiene que intentar cambiar la sociedad civil que la forman empresarios, funcionarios, políticos…», propone el pensador.
Nostalgia
«Pep Melià tuvo una gran decepción al inicio de la democracia por creer que la burguesía turística que se estaba formando sería el motor del cambio cultural de la sociedad. Después vio con desencanto su equivocación, dice».
¿Existe un negocio de la nostalgia? El colaborador de Ultima Hora afirma que «sí y no. La imagen de la mallorquinidad de belén ha servido para vender Mallorca. En todos los sentidos. Si miras lo que dicen los carteles y guías turísticos entienden la Isla como un negocio. Desde Georges Sand, que nos llamó hijos de puta a todos los mallorquines y todavía le damos las gracias, hasta los almendros en flor con xylella». Picornell mantiene que «hay gente que tiene nostalgia de esta Isla que está siendo arrasada. ¿Qué hay que hacer frente a esto? Acostumbrarnos a vivir en esta nueva Mallorca».
10 comentarios
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MoixetaClar. Si ho hagués dit en castellà no hagués passat res, no?
PruneitorHe nacido en Paris, vivido en Ginebra, Bruselas, Orlando ( DisneyWorld), Madrid y finalmente Alcudia. Todas estas ciudades viven también del turismo. Gracias a los inmigrantes y tambien a los Peninsulares, la economía de Baleares prospera . Esta mano de obra es necesaria aunque la rechacéis, porque si no, creo que estaríais esperando, como en la postguerra, debajo del olivo para ganar un duro jornal.
Mucha palabra, poco contendio.
"Acostumbrarnos a vivir en esta nueva mallorca", esta es la solución?? Hemos perdido la isla de la Calma y el cambio ha ido a peor.
PruneitorNo soporto a los peninsulares especialmente si son catalanistas.
cogito ergo sumAhora deberías preguntarte por que estos últimos años este sentimiento de rechazo a peninsulares y extranjeros es cada vez es más numeroso. Te doy una pista, no toda la culpa es de los mallorquines.
MoixetaMejor esto, que peninsulares que llevan 20 años viviendo aquí y ni saben decir "bon dia" porque estamos en España.
Abro el melón de la imposición catalanista en detrimento de la mallorquina.
He vivido en muchas partes del mundo, en Francia, Suiza, Belgica, Estados Unidos y he tratado con muchas personas en mi vida pero NUNCA nadie me dijo lo que unos vecinos mallorquines el otro dia: "Para venir a vivir a esta Isla, habria que pedirles permiso a los Mallorquines ".....
Ya podría promover la identidad lingüística de Mallorca, y explicarle a Emily Ratajkovsky que no decimos "Cada vegada que torno tinc la sensació que torno a casa" ni "T’estimo Mallorca"...