La presidenta de la FEHM, Maria Frontera, en la feria ITB 2024. | Europa Press

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La planificación del sector hotelero, que se ha estado afanando para cerrar sus plantillas lo antes posible, va a aliviar los problemas de falta de personal que el sector ha padecido las dos últimas temporadas. Y lo va a hacer, en gran medida, sustentándose más que nunca en la mano de obra local, dado el infranqueable obstáculo que supone el precio de la vivienda para los trabajadores de temporada.

«Como 2022 no va a ser», opinó Maria Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), quien señaló que las carencias de estos dos últimos años «han hecho que todo el mundo haya aprendido a ponerse las pilas antes».

En ese sentido, destacó no solo el aumento de la planificación como clave para que el sector vaya más desahogado este año, sino también la implementación de mejoras tecnológicas para hacer más eficientes los procesos de gestión de plantillas, las cuales van a estar «más centradas en la comunidad local», a la vista de los problemas de alojamiento para los temporeros, sin visos de arreglarse en un futuro próximo.

«El tema de la vivienda es un problema estructural que no tiene solución a día de hoy ni a corto ni a medio plazo y que no depende del sector privado, sino de la Administración pública», señaló para añadir que no todos los hoteles tienen capacidad para alojar a trabajadores de fuera. «La mayoría no son hoteles de gran capacidad», indicó. Más del 55 % de asociados a la FEHM son establecimientos de menos de cien habitaciones.

Por ello, la mayoría «se está enfocando más en plantillas de residentes» y en «centrar la atención y reforzar la comunidad local» como caladero primario y prioritario de mano de obra para el sector. Premisa clave para que esa apuesta funcione, subrayó la presidenta de los hoteleros, es «que la movilidad acompañe», con un servicio acorde a las necesidades de desplazamiento de los empleados de la hostelería.

Incidiendo de nuevo en el tema de la vivienda, Frontera señaló que es un problema que se está traduciendo en consecuencias muy negativas en dos ámbitos esenciales, como son «la seguridad y la salud», puesto que dificulta la llegada a las Islas de policías y sanitarios que se requieren con el incremento poblacional.

Por otro lado, desde el turoperador germano Alltours, su vicepresidente ejecutivo, Ronny de Clerq, admitió que también para la veintena de hoteles que tiene su compañía en Mallorca es, el de la mano de obra, «un problema bastante gordo: estamos alquilando habitaciones, pero seguimos preocupados».