Imagen del mitin de Podemos celebrado ayer en la capital balear. | Jaume Morey

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La número uno de Podemos en la  lista para las elecciones europeas, Irene Montero, hizo suyas, este martes por la tarde en Palma las reivindicaciones de las dos grandes manifestaciones que se han celebrado en la ciudad –la convocada a favor de la vivienda y en contra de la masificación turística del sábado y la anterior en contra de los retrocesos en la lengua catalana– y de la que se ha convocado para el domingo (contra la derogación de la Ley de Memoria Democrática) y pidió a quienes salen a la calle a manifestarse que vayan a votar el próximo 9 de junio. Y a votar Podemos, un partido que «sigue en pie» y que «es la única garantía» de que no haya retrocesos ante «el bipartidismo que se quiere reforzar para que nada cambie».

Montero, que fue ministra de Igualdad en la pasada legislatura, afirmó que, más allá de las elecciones europeas, «este es un momento de firmeza ética y moral». Y aunque reclamó de la candidata socialista Teresa Ribera un compromiso «en firme» de que no aceptaría participar en una Comisión Europea presidida por Ursula    von der Leyen con apoyo del partido de la presidenta del Gobierno italiano, Girogia Meloni,    sus principales críticas fueron para el PP que, señaló, «está en una estrategia golpista». Fue la respuesta de Montero a algo que había dicho por la mañana el portavoz del grupo Popular, Miguel Tellado. Este comentó «quien siembra vientos recoge tempestades» después de que la candidata de Podemos fuera acosada e insultada por personas que secundaban consignas promovidas por fascistas.

Montero participó en Palma en un acto de pequeño formato –había cien sillas, que se ocuparon todas, y aproximadamente otras cien personas escucharon de pie– en la plaza de Santa Pagesa y que contrastó con las miles de personas que el grupo morado logró en el pasado: una vez llenó el Palma Arena y otras    abarrotó el    anfiteatro de escaleras del Parc de sa Riera. Podemos logró    en Balears en las elecciones europeas de 2019 hasta 43.988 votos, lo que supuso el 10,50 %. En 2014 –primera cita electoral en la que participó Podemos–, se llevó 27.794 votos, el 10,31 %.       

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El mensaje de Mbayé

Montero empezó su intervención (lo mismo que    el también candidato Sergine Mbayé y la coordinadora balear, Lucía Muñoz) mostrando su condolencia a los familiares de las víctimas de «la tragedia de la Platja de Palma», en alusión al derrumbe de la terraza sin licencia de un    restaurante. Y eso le llevó a entrar de llenó en la polémica sobre el turismo y sus consecuencias. Expresó su apoyo a las camareras de piso, «mujeres que entregan su salud a un turismo masivo y depredador». La ex ministra    afirmó que promovería en el Parlamento Europeo medidas para prohibir comprar casas a no residentes» y dijo que «hay que prohibir los pisos turísticos hasta que se acabe la emergencia habitacional». Montero parecía estar bien informada del momento político de las Islas. Y afirmó que, aunque es madrileña, «no puedo entender cómo se plantean políticas que vayan en contra del catalán».

Lucía Muñoz, que es concejala de Palma, empleó el catalán en la primera parte de su intervención. Y se refirió a unas declaraciones de la portavoz de Vox, Manueal Cañadas, en el sentido de que los mallorquines se tienen que resignar a no ir a la playa en julio y agosto. Y dijo: «Mucho presumir con pulseritas con la bandera de España y luego son unos vendepatrias». Y enlazó con el lema de la manifestación del pasado domingo: «Mallorca no se vende».

Sergine Mbayé    protagonizó un momento especialmente emotivo. Fue cuando recordó que era senegalés, como Abdoulaye b, muerto en el derrumbe de la terraza del restaurante del Medusa, y utilizó su idioma para enviarle un mensaje de  afecto y recuerdo. Mbayé destacó la importancia de las políticas sociales y la necesidad de seguir demostrando que «sí se puede», el lema histórtico de Podemos.

Alberto Jarabo y Antònia Jover, que ocuparon la secretaría general de Podemos en épocas diferentes, participaron en el acto. También, y entra quienes asistieron, su única diputada en el Parlament, Cristina Gómez.