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El Club Español de la Energía, Endesa y la Cambra de Comerç de Mallorca han organizado este jueves en Palma la jornada La energía en Baleares. Retos y oportunidades de la transición energética.

Cuatro mesas redondas han analizado la situación energética de Baleares y su transición hacia la descarbonización. Algunas cuestiones han quedado claras: las Islas están atrasadas en su transición energética, son un territorio limitado, frágil y vulnerable al cambio climático, y por ello deben ser referente en esa transición, en la que las pequeñas dimensiones pueden jugar a su favor.

Fue el director general de Endesa, Martí Ribas, quien ha destacado que «somos una sociedad dopada y adicta a los combustibles fósiles. Las energías renovables cubren el 5,5 % de nuestra demanda eléctrica y somos una de las regiones más atrasadas de Europa en descarbonización. El 75 % de la demanda energética de Baleares se alimenta con combustibles fósiles. La migración de lo fósil a lo eléctrico, con renovables, es urgente y hay que incentivar el almacenamiento». Ribas ha recordado que, para cumplir los objetivos de renovables, «sólo sería necesario utilizar, «no consumir, el 0,7 % del suelo rústico».

Antonio Pons, director general de Tirme, ha señalado que la concesionaria del tratamiento de residuos en Mallorca «es uno de los grandes generadores de energía renovable en Baleares» y ha añadido que «cien mil toneladas de residuos en vertederos, como por ejemplo los de Menorca y Eivissa, podrían generar en nuestras instalaciones 25 gigavatios hora/año de energía renovable, que serían casi el 20 % de lo que producimos actualmente de energía renovable, 140 gigavatios hora /año».

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Como curiosidad, Pons ha indicado que «de las escorias de la incineradora, lo que no se puede quemar en la incineradora, separamos áridos y metales. De éstos, separamos férricos y no férricos. Y de estos últimos, proporcionalmente, estamos encontrando más oro y plata que en las minas de estos metales».

Otra la curiosidad ha sido la apuntada por Diego Viu, director general d’Economia Circular, Transició Energètica i Canvi Climàtic, que ha ejercido de moderador de una mesa redonda, quien, refiriéndose a los costes actuales de las renovables, ha indicado que «es más caro cubrir una pared con pladur que con paneles solares».

En la línea de Martí Ribas, Jordi Quer, delegado en Balears de la Unión Española Fotovoltaica, ha declarado que «en las Islas tenemos más de mil megavatios en tramitación de energía fotovoltaica. Es la energía más económica y con la tecnología más sencilla, segura y fiable. Puede abarcar de lo más pequeño a lo más grande. Es una energía social, de kilómetro cero, genera empleo de calidad y riqueza local, y tiene al menos 25 años de duración».

Pau de Vílchez, presidente del Comitè d’Experts per a la Transició Energètica, ha apelado a «romper la dinámica de desconfianza en la lucha contra el cambio climático y a darle un sentido de justicia social, haciendo a la gente partícipe de la toma de decisiones».

La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha clausurado la jornada.

El apunte

La planta de hidrógeno de Lloseta supera las pruebas

Sebastià Barceló, gerente de la planta de hidrógeno de Lloseta, ha explicado a esta periódico que «la instalación ha realizado pruebas los pasados marzo y abril de manera satisfactoria, produciendo hidrógeno sin mayores problemas». Como se recordará, la planta fue inaugurada en marzo de 2022, es decir, hace más de dos años, y no ha podido funcionar por un problema en el electrolizador, el dispositivo que separa las moléculas de hidrógeno y oxígeno del agua mediante electricidad. Según Barceló, «si no hay ningún otro problema, la planta podría funcionar en unas semanas»