El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. | Teresa Ayuga

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Societat Civil Balear ha criticado la «grave manipulación» que, en su opinión, la izquierda hace de la actuación del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, quien este pasado martes expulsó de la sala de plenos a la vicepresidenta segunda de la Mesa, Mercedes Garrido, y la secretaria segunda del Parlament, Pilar Costa, ambas del PSIB, durante el debate de toma en consideración de la proposición de ley de Vox para derogar la ley de memoria democrática.

En un comunicado, Societat Civil Balear ha denunciado la «grave manipulación» que la izquierda está haciendo tras los «desagradables sucesos» ocurridos en el pleno del Parlament balear de este pasado martes mientras se debatía la toma en consideración de la proposición de ley de Vox para derogar la ley autonómica de Memoria Democrática, «haciendo así valer la nueva mayoría en la Cámara de centroderecha, y legitimada por tanto para desmontar la carga ideológica que ha venido imponiendo la izquierda balear desde 2015 hasta 2023». Para la asociación, conviene recordar, en este sentido, que los escaños de la izquierda mostraban fotos «de claro significado» y que «en ningún momento el presidente Le Senne, hizo mención a ellas». «Solamente a las mostradas en la Mesa del Parlament», ha subrayado.

Según el reglamento, la Mesa debe ser escrupulosa en su carácter neutral, pues su mandato es representar a todo el arco parlamentario presente en el hemiciclo, ha explicado, considerando que, «en consecuencia», se trata de «una vulneración del principio que guía sus actuaciones, que algún miembro de la misma se comporte sin honor ni decoro, mostrando cualquier símbolo que rompa esa neutralidad». En este sentido, ha traslado que, de suceder una anomalía en la Mesa, el presidente de la Cámara, está en la obligación de llamar al orden a cualquiera de los miembros que vulnere el principio de neutralidad y que de persistir, llegado el tercer aviso, deberá ser expulsado de la sala, como así ocurrió, «con el consiguiente rasgamiento de vestiduras en una actitud hipócrita de los diputados de los grupos de izquierdas», ha lamentado.

Actitud «hipócrita», ha continuado, desde el momento en que eran «plenamente conscientes» de que se estaba produciendo una «flagrante provocación» que «no tiene perdón y tampoco justificación alguna», puesto que las dos socialistas miembros de la Mesa expulsadas, Mercedes Garrido y Pilar Costa, previamente ocuparon cargos de alta responsabilidad durante el Pacto de Progreso (2015-2023), «y aun así se olvidaron de ejercer el talante institucional que se les suponía». Una vez expulsadas, testigos presenciales en el salón de los pasos perdidos comprobaron, según se ha quejado Societat Civil Balear, como «entre risas lo único que les preocupaba era si el incidente se había grabado convenientemente». «Hubo entonces provocación», ha opinado.

Por tanto, desde Societat Civil Balear han querido dejar claro que lo único que lamentan es que el presidente Le Senne «se precipitase, en lugar de encomendar a los hujieres de la sala que procedieran a la expulsión de estas dos socialistas» y, también, «la premura» de la presidenta del Govern, Marga Prohens, en decir que «no se puede faltar el respeto a las víctimas», viniendo así, a su juicio, «a dar por bueno, que Le Senne rompió una fotografía conscientemente, cuando fue consecuencia del forcejeo con Mercedes Garrido», han precisado.

Lo que, además, según han denunciado, «servía para darle más alas al perverso relato de esta izquierda guerracivilista» que no tardó en manifestarse en el exterior del Parlament, al grito de «Prohens, Le Senne, són lo mateix!», lo que, para la asociación, «viene a confirmar que la izquierda balear no parará», y que «le da lo mismo» que la líder del PP marque «un cordial alineamiento», con ese «no se puede faltar el respeto a las víctimas». «Todo ya estaba perfectamente orquestado, con el único objetivo de dañar la imagen del centroderecha», ha denunciado Societat Civil Balear que, ante esta actitud de la izquierda, «que persistirá a lo largo de la legislatura con el único objetivo de demonizar al contrario», según ha considerado, «no cesará en recordarle a la opinión pública balear las malas artes de quienes solamente buscan regresar al poder para menospreciar a la población».