El historiador Onofre Vaquer, con el libro, editado por El Tall. | R.D.

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El historiador Onofre Vaquer (Felanitx, 1948) ha publicado recientemente, con El Tall, una nueva edición de L’origen dels mallorquins. Vaquer explica que «la primera edición es de 2008, pero se agotó rápidamente y eran muchos los que me pedían una nueva publicación. En el libro expongo las diversas oleadas de población que han llegado a Mallorca. La llegada de los romanos no acabó con la población talayótica, de los vándalos no se sabe gran cosa y los musulmanes respetaron a los habitantes anteriores a su conquista, pero obligando a pagar un impuesto a aquéllos que no se convertían al Islam».

Vaquer precisa que «a partir de la conquista de Jaume I, en 1229, en Mallorca había tres cuartas partes de esclavos blancos y la restante estaba compuesta por bereberes y negros. En 1270 ya no había población esclava correspondiente a la población anterior a la conquista. Más tarde llegaron esclavos orientales, rusos y tártaros entre ellos, en buena parte traídos desde Constantinopla por mercaderes genoveses y venecianos. Con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, se redujo esa importación de esclavos orientales. Así, a mediados del siglo XV, el 81 % de los esclavos de Mallorca eran orientales y al final de esa misma centuria, se redujeron al 8,4 %. En el mismo período, los esclavos musulmanes pasaron del 10 al 41 %, y los negros, del 5 al 33 %. Sabemos que en 1328 en Mallorca había 34.000 esclavos y que en 1440 eran el 15 % de la población. Muchos de esos esclavos consiguieron liberarse pagando el mismo precio que pagó el propietario o por voluntad de éste, reflejada en su testamento».

Otra cuestión abordada por Vaquer es la inmigración, aportando datos: «En mitad del siglo XV, el 25 % de los inmigrantes de Mallorca eran catalanes, los valencianos eran el 19 % y los castellanos, el 16 %. Por debajo había franceses, sardos y genoveses».

Igualmente, el libro trata otra cuestión que siempre es de interés: los apellidos. Según Vaquer, «en el siglo XIII y principios del siglo XIV, el 80 % de los apellidos de Mallorca eran topónimos y antropónimos catalanes».