El equipo del servicio de Mater junto con los protagonistas del libro ‘Som a la feina’, ayer en la presentación. | Pere Bota

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Ismael es un joven de 23 años que su familia se ha dedicado siempre a la pesca. Tenía claro que esta era su vocación, así que cuando entró en el Servicio de Orientación Profesional, del Centro Mater, le guiaron para cumplir su sueño. Hoy es peón especialista en una empresa náutica.

Estefanía todavía recuerda la primera vez que entró en Mater. En todos sus años en el centro, ha sacado a la luz su valía y gracias a su esfuerzo, hace cinco años que trabaja como camarera en Aspas. O Steven, que fue alumno del centro de educación especial de Mater, y tras encontrarse en la última etapa del programa TAVIL, se formó en jardinería y hoy puede decir que trabaja de eso.

Esperança, 26 años, descubrió Mater después de abandonar sus estudios de formación profesional en informática. En este nuevo centro le ayudaron a descubrir su camino, y así fue. Tras pasar por el Servicio de Orientación Profesional, está formándose para aprender administración.

Estas son solo cuatro de las 32 historias que protagonizan Som a la feina, un libro editado por la organización Mater para contar, desde la experiencia, el camino hacia la inserción laboral y visibilizar el trabajo de las personas con discapacidad.

Durante estos dos años, el equipo de orientadores ha realizado un trabajo exhaustivo recopilando las historias que más pueden encajar en este libro, que se presentó ayer en el Centro Mater junto con los trabajadores, los protagonistas y sus familiares. En el acto de presentación, la directora general del centro Mater, Bàrbara Mestre, destacó la importancia de la autonomía de estas personas para conseguir un trabajo digno. Por su parte, la vicepresidenta del SOIB, Marta García, se mostró emocionada por la invitación al evento y recordó la intención del Govern de dar apoyo y visibilidad la inserción laboral de las personas con discapacidad.

La coordinadora del Servicio de Orientación Profesional, Inmaculada Picornell, subrayó la gran labor que se ha hecho: «Tenemos 240 usuarios y sabíamos que no podíamos abordar todos los perfiles, aunque todos son importantes».

Las profesiones más demandadas son jardinería, mantenimiento, auxiliar de servicios, cocina y limpieza. Sin embargo, como explica la coordinadora, «los perfiles son muy distintos, y tenemos de todo. Lo más complicado para ellos no es encontrar trabajo, sino mantener el puesto».