«Nuestra principal preocupación es la seguridad de los ciudadanos mallorquines: No nos quedaremos impasibles ante los machetazos, los robos y las violaciones a nuestras hijas que provoca la inmigración ilegal descontrolada», ha afirmado. «Esta medida, tal como está planteada, representa un peligro considerable para la seguridad de nuestros ciudadanos; es necesario exigir al Gobierno central medidas alternativas que prioricen un plan efectivo de repatriación y de contingencia de la invasión migratoria», ha añadido.
En este contexto el PP no ha apoyado en el Consell la moción de los de Santiago Abascal que pretendían que la institución, en la que ambos gobiernan mediante un pacto, se opusiera al reparto de menores migrantes no acompañados entre Comunidades Autónomas. La moción se ha debatido y adquiere especial relevancia en el Consell puesto que es esta institución quien gestiona las competencias sobre menores en la isla. El PP ha propuesto a Vox una modificación del texto introduciendo algunos matices, pero los de Abascal no la han aceptado.
Así, la portavoz 'popular', Núria Riera, pedía a su homólogo de Vox que admitieran la redacción alternativa si les «preocupa realmente» el debate migratorio. Lo contrario, le ha advertido, supone «un debate político sin contenido». El texto propuesto por el PP rechazaba «cualquier imposición en la distribución de menores extranjeros no acompañados», exigía «atender la realidad de Mallorca» como «ruta migratoria consolidada» y reclamar «medidas para priorizar la seguridad», según ha resumido Riera. Al votarse el texto original, el PP se ha abstenido dejando a Vox en minoría frente a los votos de la izquierda.
Por su parte la portavoz insular del PSIB, Catalina Cladera, ya pidió este pasado miércoles «valentía» al presidente del Consell para acoger a parte de los muchísimos menores inmigrantes que llegan a Canarias en pateras. Al tiempo, el portavoz de Més per Mallorca, Jaume Alzamora, ha mostrado su preocupación por una posible «situación de ingobernabilidad» que podría derivarse de la ruptura de los pactos entre PP y Vox, por lo que también ha criticado que el presidente insular, Llorenç Galmés, dependa «de lo que se decide en Madrid».
El partido ecosoberanista ha lamentado que haya en la actualidad «un gobierno franquicia» en la institución insular, que, según opina, está en manos de lo que ocurra a nivel nacional a causa de las polémicas por el reparto de menores migrantes no acompañados. En este sentido, Alzamora ha subrayado que el gobierno insular depende de los votos de los consellers de Vox, que, según remarca, «siguen haciendo chantaje», por lo que el PP se encuentra «en una situación muy delicada».
«Todavía no se saben cuáles serán las consecuencias que tendrá la ruptura de los pactos anunciados, pero sí queda claro, una vez más, que Galmés continúa en manos de sus socios», ha declarado. Asimismo, ha señalado que Galmés es «un presidente que no pinta nada y que su partido lo utiliza como moneda de cambio». Por ello, ha lamentado que se «ponga en riesgo» el mandato en el Consell, a causa de que se haya ligado la presidencia «a los designios de la extrema derecha».
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