El Mercado Ecológico de Palma abre martes y sábados de 8 a 14 | Pere Bota

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La reciente publicación del informe del consumo alimentario en España en 2023 muestra las tendencias de los hábitos de los usuarios. El análisis por comunidades apunta que Baleares es la región que consume la mayor cantidad de productos ecológicos. El expendio en alimentos orgánicos es aún incipiente, ya que su seguimiento y registro comenzó únicamente en 2020. No obstante, el archipiélago ha demostrado ser un gran mercado para estos comercios, dado que se mantiene como la comunidad más consumidora.

«Destacan los individuos de las Islas Baleares, por ser quienes mantienen el consumo per cápita más alto en el consumo de alimentos ecológicos, con una ingesta de 24,1 kilos por persona durante el año, 10,8 kilos por persona más que la media nacional», apunta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Un punto clave para la comercialización de estos productos es el Mercado Ecológico de Palma en la Plaça dels Patins, el primero de esta categoría en toda la Isla y el más importante del Estado en cuanto a número de puestos y frecuencia, según la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE).

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Josep Cirer, agricultor y vendedor de Sa marjal son fornés

En este sentido, es necesario aclarar que solo se consideran ecológicos aquellos alimentos que cumplen los requisitos establecidos en el Reglamento (CE) 2018/848. Regulado por unas bases internas para asegurar el comercio justo y transparente, el Mercado Ecológico de Palma comercializa exclusivamente productos orgánicos. Además, cada puesto debe contar como mínimo con un 80% de producción propia y todos los alimentos tienen una trazabilidad demostrable, supervisada por el Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica, según explica Omar Jover, un productor de Sa Pobla.

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«Se nota que la gente ya tiene una rutina, estamos martes y sábados por la mañana y nuestros clientes lo agradecen», explica Albert Masnou, el panadero de ‘Més que pa', que se dedica a la elaboración y venta de productos de horno elaborados con harina de espelta y de trigo de variedades locales. Además, la mayoría de sus productos son veganos y sin lácteos. «Tenemos clientes de todo tipo, desde jóvenes estudiantes a jubilados y familias», añade. A pesar del apoyo de los locales, los comerciantes se sienten descuidados por parte de las autoridades. «No hay sombra para los clientes, tampoco hay baños, ni tenemos facilidades para utilizar el parking», señala uno de los proveedores.

Sa Teulera, un comercio especializado en la alimentación ecológica

«Los clientes cada vez valoran más el producto ecológico, por su conciencia medioambiental, por salud…», explica Pili, productora y vendedora de hortalizas. «El sabor es auténtico», cuenta Catalina Sartre, una clienta habitual tanto del mercado como de Sa Teulera, un proyecto que comenzó en una finca en Petra, y poco a poco creció hasta convertirse en una reconocida red de comercios dedicados a la venta de productos ecológicos. Cada vez más, nacen este tipo de colmados especializados en bienes ecológicos, como Organic Maggie o Yerbabuena.

Nu Market es otra tienda referente en la venta de artículos bio. Según cuenta su fundadora Sandra Verdú, el concepto a granel es el único que realmente se alinea con los valores medioambientales de la producción ecológica. «Nuestra filosofía promueve el consumo responsable, de mínimo residuo», explica. Sin materiales de un solo uso, en este comercio se pueden encontrar productos de despensa como legumbres, cereales y semillas, así como, alimentación fresca y artículos de limpieza. En cuanto al funcionamiento, «el cliente trae su propio envase y se lleva la cantidad que vaya a utilizar».

Nu Market, el comercio ecológico a granel
Nu Market tiene dos tiendas en Mallorca, una en Palma y otra en Santa Ponça

Por su parte, Miquel Coll, presidente de la Associació de la Producció Agrària Ecològica de Mallorca, subraya que el consumo no es generalizado entre la población, sino que sigue siendo por parte de un nicho de personas concienciadas. «En Baleares contamos con una situación peculiar», explica. «Nuestro mercado es más variado debido al gran número de visitantes del norte de Europa, quienes están más concienciados con la causa», añade. Además, se lamenta que, a pesar de que España es una gran productora de alimentos ecológicos, muchos se comercializan en el extranjero, lo que genera incoherencia en la línea ambiental. Por ello, considera que las políticas públicas de concienciación no están siendo efectivas, ya que los productos orgánicos tienen una proporción en volumen del 2,3 % sobre el total de la alimentación española.