Sant Llorenç des Cardassar.

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La localidad de Sant Llorenç des Cardassar ostenta el dudoso honor de ser el destino turístico más masificado de España, con la asombrosa cifra de 73,1 turistas por habitante. Esta es la primera ciudad española que destaca en el ranking de destinos españoles con mayor masificación turística elaborado por el portal de alquileres Holidu que también destaca otras localidades como Peñíscola en Valencia o Salou en Cataluña. Esta última llega a recibir casi 1,3 millones de visitantes al año, lo que corresponde a casi 50 turistas por habitante.

Los récords turísticos de llegada de visitantes en España impulsan las economías de muchos destinos de nuestro país pero muchos de ellos luchan por hacer frente a un número de visitantes sin precedentes. Desde las grandes metrópolis hasta los pequeños pueblos con encanto se enfrentan a los retos de un turismo que desborda, agotando los recursos y poniendo a prueba la paciencia de los lugareños y la capacidad de sus servicios. El portal de alquiler vacacional Holidu ha realizado un estudio para descubrir los destinos con mayor número de turistas por habitante.

Analizando el número de llegadas en 2023 en comparación con la población del municipio, se pudo determinar las ciudades más abarrotadas de turistas y las que quizás haya que evitar este verano. A la cabeza de encuentra Sant Llorenç des Cardassar, con un total 595.340 llegadas al año. La mayoría de estos visitantes, 563.055, son turistas extranjeros atraídos por la belleza natural y la hospitalidad local. Sin embargo el turista puede disfrutar de la belleza del lugar evitando la temporada alta y explorando sus rincones más tranquilos.

Sallent de Gállego en Aragón se sitúa en el segundo lugar del ranking. Con 51,8 turistas por cada residente, este hermoso pueblo pirenaico, conocido por sus paisajes montañosos y actividades al aire libre, lucha por mantener su encanto original. Sus calles, antaño tranquilas, ahora están llenas de visitantes durante gran parte del año. Con un total de 75.675 llegadas al año, la mayoría de estos turistas, 42.456, son nacionales que buscan escapar del bullicio de las ciudades.

A pesar de esto, aún es posible disfrutar de la belleza natural y la tranquilidad de la zona visitando en temporadas menos concurridas, como la primavera y el otoño. Peníscola, famosa por su castillo medieval y sus playas, recibe 51,6 turistas por cada habitante, lo que la coloca en la tercer posición entre los lugares más masificados turísticamente de España, sobre todo en verano. Peníscola registra un total de 383.548 llegadas al año, con una considerable afluencia de 319.988 turistas nacionales.

Para una experiencia más relajada, considere visitar Peníscola en la primavera o el otoño, cuando la afluencia de turistas es menor. Naut Aran, situado en el corazón de los Pirineos, atrae a 49,4 turistas por habitante. Conocido por sus impresionantes paisajes y actividades de montaña, este destino se ha vuelto extremadamente popular, lo que ha llevado a un incremento significativo en el número de visitantes, alcanzando un total de 87.307 llegadas anuales.

Aunque la afluencia de turistas puede ser abrumadora, todavía es posible encontrar paz y serenidad explorando los senderos menos transitados y los entornos de este encantador pueblo. Salou, con 48,6 turistas por habitante, es un destacado destino turístico en la Costa Dorada. Sus playas y parques temáticos atraen a millones de visitantes cada año. La infraestructura de la ciudad lucha por soportar el volumen de turistas, especialmente durante los meses de verano. Con un total de 1.284.275 llegadas al año, casi a partes iguales entre turistas nacionales (625.755) y extranjeros (658.520), Salou es un claro ejemplo de un destino que se beneficia enormemente del turismo, pero que también enfrenta grandes desafíos.

SATURACIÓN EN LAS ISLAS

La localidad de Pájara en Fuerteventura, recibe 48 turistas por habitante. Esta localidad es conocida por sus extensas playas y su clima soleado. El turismo masivo ha llevado a una saturación de sus recursos, con un total de 931.321 llegadas al año, de las cuales 823.550 son turistas extranjeros. Pero aún es posible disfrutar de su belleza natural visitando las playas menos conocidas y explorando las áreas rurales de la isla, especialmente en las temporadas menos concurridas.

Albarracín, con 46,5 turistas por habitante, es un encantador pueblo medieval en la región de Aragón. Sus estrechas calles y arquitectura histórica atraen a numerosos visitantes, con un total de 49.049 llegadas al año, principalmente de turistas nacionales (40.471). Para evitar las aglomeraciones, es recomendable explorar Albarracín durante los días de semana y fuera de los meses de verano, cuando se puede disfrutar mejor de su patrimonio cultural y natural.

La octava posición la ocupa Yaiza, en Lanzarote, que tiene una media de 43,5 turistas por habitante. Conocida por sus paisajes volcánicos y sus monumentos históricos, esta localidad enfrenta los desafíos del turismo masivo, con un total de 693.816 llegadas al año, de las cuales 607.607 son turistas extranjeros.

Sin embargo, según Holidu explorando las áreas menos turísticas y visitando durante los meses de invierno, se puede disfrutar de una experiencia más tranquila, aprovechando la belleza única de Lanzarote sin las aglomeraciones típicas. Capdepera, con 39,3 turistas por habitante, es una verdadera joya, sus playas y castillo medieval atraen a muchos visitantes, especialmente en verano, con un total de 446.320 llegadas al año, de las cuales 381.958 son turistas extranjeros. Este municipio balear está adaptado a todo tipo de turismo, desde familiar, sol y playa, deportivo, cultural. En primavera u otoño, la afluencia de turistas es menor y se puede disfrutar mejor de la cultura local y la tranquilidad del entorno.

Y para finalizar Benasque, en los Pirineos, que recibe un total de 36,7 turistas por habitante. Este destino es popular entre los amantes de la montaña y las actividades al aire libre, con un total de 75.309 llegadas al año, predominantemente turistas nacionales (46.835). Dado que puede estar concurrido en temporada de verano por los amantes del senderismo y en invierno por los del esquí, visitarlo en primavera o otoño permitirá disfrutar de su belleza natural con menos turistas alrededor, ofreciendo una experiencia más auténtica y serena en este impresionante paisaje montañoso.