Una zona de terrazas en el litoral 'manacorí'. | Teresa Ayuga

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El conseller de Empresa, Empleo y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro, ha defendido este martes que las subidas salariales son una de las condiciones más importantes para el crecimiento económico, pero ha asegurado que no se pueden valorar de manera independiente.

Así, en el pleno del Parlament de este martes, Sáenz de San Pedro ha añadido que el crecimiento económico puede impulsarse también controlando el IPC. El conseller se ha pronunciado de este modo en respuesta a la pregunta parlamentaria del diputado del PSIB Llorenç Pou, que le ha preguntado si es «de justicia» que los salarios en la hostelería suban de la misma manera que suben les beneficios.

El conseller ha señalado, en referencia al convenio de hostelería que tiene que negociarse el año que viene, que el Ejecutivo mantendrá su política de no intervenir. «No intervendremos, como hacían ustedes», ha insistido.

Pou, sin embargo, le ha advertido que llegado el momento de la negociación el Ejecutivo tendrá que mediar y ha rechazado que se mantenga equidistante ante una cuestión «de justicia». El diputado socialista ha sostenido que la primera fuente de turismofobia son los empresarios que no reparten los beneficios, en referencia a que en los últimos tres años se hayan incrementado más de un 30% la facturación de la hostelería, mientras que los salarios solo han crecido un 12%.

Por otra parte, el conseller ha reivindicado el apoyo del Govern al pequeño comercio, después de que la diputada del PSIB Malena Riudavets, haya acusado al Ejecutivo de promover las grandes superficies comerciales, en relación a la ampliación del Alcampo de Marratxí. Sobre esta cuestión, Riudavets ha advertido de los perjuicios para el pequeño comercio y ha invitado al conseller a destinar los terrenos de la ampliación a construir viviendas de VPO.

El conseller ha puesto como ejemplo del diálogo permanente con el pequeño comercio recordando el acuerdo alcanzado este lunes para el calendario de festivos de 2025. «Todos acabaron aplaudiendo y el pequeño comercio estaba allí», ha concluido.