El presidente de Castilla-La Mancha. | Efe

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A pesar de que Ciudad Real no tiene costa, y que por eso mismo difícilmente puede recibir de forma directa a personas que han arribado de forma irregular al litoral español, su aeropuerto de escasa actividad ha puesto a la región manchega en el mapa de la actualidad. Este miércoles el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha cargado duramente contra el proyecto de centro de internamiento de inmigrantes que según algunas voces se prepara en estas instalaciones aeroportuarias. A García-Page le recuerda al modelo impulsado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y que la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha pedido examinar en el ámbito comunitario.

Recordemos que Italia ha acordado con Albania instalar en ese país dos centros de retención y deportación de migrantes para algunos solicitantes de asilo, como paso previo a la repatriación obligatoria de estas personas prevista en las leyes europeas. Para García-Page, la posibilidad de que los migrantes desembarcados en Baleares, Canarias o la costa mediterránea acaben internados en Ciudad Real es «lo que más inquietud e incertidumbre» le causa «desde una perspectiva humanitaria».

«¿Qué modelo progresista o reaccionario se quiere plantear en los centros de acogida?», ha cuestionado el dirigente socialista de Castilla-La Mancha este miércoles, en la firma de un convenio con el Ayuntamiento de Toledo para el establecimiento de la Ciudad del Cine. Su creciente preocupación tiene que ver con «una convicción mayor» de que se intercambiaron correos electrónicos entre el Ministerio y la administración del aeropuerto desde hacía «ya 15 días».

«Vamos descubriendo y nos van llegando informaciones de cómo se nos ha querido, literalmente, ocultar una decisión», agregando que si es verdad que durante semanas se han estado intercambiando borradores de contrato con la empresa gestora del aeropuerto, «a espaldas de la administración competente en sanidad y servicios sociales», se estaría «ante el caso de deslealtad institucional más flagrante». En este sentido, ha apuntando que «duele saber que ha habido reuniones donde ha estado implicada además la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha» mientras «este Gobierno no sabía nada», en referencia al Ejecutivo regional.

La postura de Italia con respecto a su política migratoria es uno de los temas más comentados en las últimas horas en la escena política española. Así por ejemplo, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha mostrado su «rechazo al Plan Meloni, que básicamente es una vulneración flagrante de la legalidad internacional y los derechos humanos».

En un sentido similar, el portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Gabriel Rufián, ha calificado de «burrada» la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea de que la Unión Europea explore «posibles vías» para la creación de centros de deportación de migrantes irregulares fuera del territorio comunitario mientras se resuelven sus expedientes.

«Una burrada. Creo que lo de provocar guerras, provocar sequías, explotación en África y luego levantar fronteras en Europa no funciona», ha asegurado en declaraciones a los medios en el Congreso de los Diputados. Otras voces políticas han recordado que las experiencias pasadas de externalizar los flujos migratorios en la UE no han sido fructíferas, recordando el acuerdo con Turquía para gestionar una de las fronteras exteriores más presionadas.