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«Qué bonita es la soledad cuando puede explicarse a alguien». Sant Joan de Déu ha hecho de esta frase una campaña de sensibilización. Este miércoles ha presentado la Guía para el Acompañamiento de las solead no deseada en personas mayores con motivo de la Semana que este centro hospitalario le dedica a un problema en auge, aún sabiendo que estar solo sin querer estarlo, afecta a mucha más gente que a este colectivo pues el ser humano, per se, es un ser eminentemente social.

El envejecimiento progresivo, la pérdida de seres queridos, el descenso de la natalidad, la dispersión geográfica o el incremento de hogares unipersonales son algunos de los factores que hacen que crezca la prevalencia de la soledad no deseada, lo que ya se ha denominado como una epidemia silenciosa con consecuencias no sólo mentales, también físicas.

Pero ¿están los sanitarios preparados para atender a estas personas? Según Margarita Viñuela, jefa de Geriatría de Sant Joan de Déu Palma, sí «pero no le hemos dado la importancia que merece». La soledad es una patología que está a la altura de factores de riesgo como el tabaco (es como fumar 15 cigarrillos al día) o como el colesterol y la hipertensión. Si no es deseada «puede incrementar los problemas de moviliad, hacer a las personas más frágiles o llevar a una depresión o ansiedad», ha dicho.

Para combartirla la sociedad entera debería poner de su parte, «primero para detectarlo, pero también para conocer lo recursos de que se dispone, para hacerles partícipes de talleres, de planes de actuación, de fomento de las nuevas tecnologías…», ha explicado.

Jordi Ramon, enfermero especialista en salud mental de este centro sanitario, ha presentado la guía de la que es coautor junto con Juan Carlos Durán y Susana Martínez, en la que se desgrana el papel que deben ejercer y ejercern los voluntarios, los profesionales y la comunidad en este problema.

La consellera de Afers Socials, Catalina Cirer, presente en el acto, ha recordado que según la Organización Mundial de la Salud, «entre el 20 y el 30 % de los adultos experimentan soledad de forma frecuente».

Sin embargo todavía es un tabú, sigue sin afrontarse de forma valiente, decidida, cuando pedir ayuda debería ser el primer paso hacia la normalidad. «Hay que tomar conciencia porque así es más fácil actuar», ha reclamado Joan Carulla, el director gerente de Sant Joan de Déu Palma e Inca.