En cuanto a los gastos, el presupuesto de la UIB prevé para personal 104,7 millones de euros, lo que representa el 53,9 % de las cuentas universitarias. Las inversiones reales ascienden a 71,5 millones de euros, lo que supone el 36,8 %, y los gastos en bienes corrientes y de servicios llegan a 16 millones de euros, el 8,2 % del total.
Evidentemente, estos 194,2 millones de euros serán el presupuesto más alto de la historia de la Universitat y, vista la tendencia de los últimos años, es de prever que para 2026 ya se supere la barrera de los 200 millones. La aportación autonómica cubre la totalidad de los gastos del personal docente e investigador, y del personal de gestión, administración y servicios.
Las transferencias corrientes del Govern incluyen por primera vez los importes correspondientes a los grados de Medicina y Direcció Hotelera, que anteriormente se fijaban a través de un convenio. Asimismo, prevén la financiación de los primeros cursos de los nuevos grados de Farmàcia y Ciències de l’Activitat Física i l’Esport, así como el incremento de las plazas de Infermeria.
En las transferencias corrientes también se incluyen los aumentos de retribuciones decididos por el Gobierno central, que en el caso de la UIB suponen 2,6 millones de euros. En las inversiones (como se ha apuntado, 71,5 millones de euros), la mayor cuantía (de un solo año) corresponde al proyecto general de transición energética de la UIB, con 20,7 millones de euros y financiación europea. Le siguen el proyecto de rehabilitación de los edificios Ramon Llull y Mateu Orfila, con 13,2 millones de euros, también con financiación europea; y diversas inversiones en proyectos de investigación que suman, contando los que provienen de años anteriores, 21,3 millones de euros, igualmente con aportación europea.
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