Can Alomar fue adquirida hace una década por su actual propietario. Un empresario sueco que lo adquirió poco después de que se ejecutara una amplia reforma del inmueble que fue diseñada por los arquitectos García-Ruiz, que eliminó un cuerpo añadido al edificio y que cambió por completo la cubierta. A partir de esa reforma fue cuando abrieron varias tiendas de lujo en el inmueble y el hotel Can Alomar. La agencia que mantiene a la venta en exclusiva el inmueble es hermética en cuanto al precio y apenas hay operaciones de esta envergadura en los últimos años.
Inditex adquirió el inmueble de Zara en la misma zona en 2014 por 39 millones de euros, en un momento de precios mucho más bajos del suelo comercial y un inmueble cuya reforma en profundidad se llevó a cabo a partir de esa obra. La superficie es casi la mitad de lo que ahora sale a la venta, por lo que el precio, en cualquier caso, superaría los cien millones de euros. La última propiedad vendida en el Born fue la que ocupaba telefónica y que fue comprada por los Fierro March y que ahora ocupa Zara Home. Esa operación se llevó a cabo en 2014.
Ahora mismo está a la venta otro edificio en el Borne, el número 12. El local ubicado en el bajo se vende por unos 20.000 euros el metro cuadrado, según el anuncio publicado en varios portales. A esa valoración del metro, Can Alomar y el edificio anexo se irían a los 140 millones de euros. En cualquier caso, el precio supera al inmueble más caro hasta ahora a la venta en la Isla, un complejo hotelero en Calvià, que se oferta por 60 millones de euros.
El casal del Born, sin el edificio anexo, fue adquirido en 2006 por un grupo de empresario catalanes por 24 millones de euros. Un año después lo adquirió el Grupo Ibosa, una empresa madrileña de inversiones por 36 que fue quien llevó a cabo la reforma y de ahí pasó a manos de su actual propietario, un empresario sueco. En 2014 se abrió el hotel de cinco estrellas en la parte del edificio que inicialmente estaba prevista para acoger vivienda de lujo y que es la que marca la fachada hacia la calle San Feliu. La última apertura ha sido la tienda de Rolex.
En el edificio anexo, también catalogado, hay abiertas una serie de oficinas y está previsto que se traslade allí en los próximos meses en consulado de Alemania en Palma. Ambos inmuebles cuentan con el nivel de protección B en el catálogo de edificios y elementos de interés histórico, artístico, arquitectónico y paisajístico de Palma, lo que impide alteraciones en sus fachadas. La última reforma sí consiguió hacer los grandes escaparates de las tiendas.
El apunte
Una venta en 1890 por 75.800 pesetas
7 comentarios
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PasmadoPues ojalá que llegue
El otro día leí que, un alemán se había hecho con la antigua fábrica Gordiola. Ahora leo que, Ca'n Alomar pertenece a un sueco. Ca'n Puig fue adquirida con capital británico... El día que los extranjeros puedan ocupar cargos y organismos públicos... ¡Ay el día que llegue!
Miris on miris, tot són guirisMala suerte. De todas formas, no veo que le quedara bien...
Sa madona des troçTal cual. Teniendo en consideración, además, que Ca’n Alomar perteneció en su día, a una familia que lo vendió en estado lamentable… A cada cual lo suyo
Felipe Q.hauràs de competir amb jo, en 300 vides de cambrer a un tot inclòs podré estalviar per pagar un bolso
Con la paga extra de este mes, intentaré hacer una OPA por esos 7.000m2. Con suerte llegaré a un cinturón de Louis Vuitton...
Hay que entender que en Mallorca no hay yna estampida de suecos que lo compra todo. Cuando se habla de "empresarios suecos" se hace referencia a estructuras de inversión utilizadas con el propósito de ocultar el titular real del inmueble. También se hace para tener los inmuebles a buen recaudo debido a la inseguridad jurídica que supone invertir mediante vehículos de inversión españoles ya que, lo que está haciendo la hacienda española y nadie sabe, es equiparable al crimen organizado.