Sobre estas líneas se ve hasta qué punto queda inutilizado un tramo de la carretera Porreres-Felanitx tras un lluvia intensa. | RD

TW
1

El Consell de Mallorca tiene en marcha tres importantes proyectos de carreteras para acabar con puntos críticos que se inundan de forma considerable cada vez que llueve con cierta intensidad. Las mejoras, como mínimo, evitarán que se produzcan acumulaciones suficientes como para tener que cerrar estas vías, como ocurre con frecuencia. También se actuará en otras zonas del Pla que suelen quedar afectadas con menor intensidad, como algún punto viario de Montuïri y Costitx, entre otros casos. Estas actuaciones cobran mayor relevancia tras la gota fría más intensa del siglo que ha devastado Valencia.

La intervención más destacable, de hecho, se prevé en la ronda de Sant Llorenç, que padeció con más virulencia la torrentada que afectó la zona del Llevant en 2018. El Departament de Territori, Mobilitat i Infraestructures intervendrá para que este punto sea capaz de asumir el doble de la cantidad de agua que pasó el día de la torrentada. De esta manera, en vez de tres tuberías, habrá una decena, lo que permitirá que la infraestructura pase de poder absorber 105 toneladas de agua por segundo a 500, según explican desde la institución insular.

En el municipio se hicieron diversas intervenciones después de los destrozos, pero este proyecto se ha ido retrasando. Su ejecución es administrativamente compleja porque el Consell tendrá que hacer expropiaciones y contar con la aprobación de la dirección general de Recursos Hídricos. Así y todo, las obran empezarán el año que viene si no surge ningún imprevisto.

La carretera que sale de Porreres hacia Felanitx suele anegarse cuando llueve mucho a la salida del pueblo porque el sistema municipal de pluviales desemboca en este punto y acaba por desbordarse. El Consell está redactando un proyecto de intervención, pero también tramita un convenio con el ayuntamiento, que tendrán que modificar sus canalizaciones. La inversión prevista por la institución insular llega a los 3,5 millones.

El tercero de los proyectos se centrará en la carretera que une Campos con la Colònia de Sant Jordi, que como muchas vías del Pla sigue trazados antiguos por los cuales pasan diversos torrentes. Esta zona, además, es toda inundable por su orografía, y el agua tiende a desembocar en el Parque Natural marítimo-terrestre de Es Trenc-Salobrar de Campos. Esta situación impide eliminar por completo el riesgo de inundación, pero el Consell actuará a lo largo de la vía pública para minimizar el impacto que puedan provocar intensas precipitaciones.

El Consell, por otra parte, trabaja desde antes de la DANA en encontrar un terreno que no sea inundable para construir el futuro parque de bomberos de Marratxí. El Pacte lo proyectó en un solar público parcialmente anegable ubicado en el polígono de Can Rubiol. A pesar de que tras la catástrofe valenciana esta posibilidad pueda parecer impensable, era y es completamente legal construir equipamientos públicos en terrenos con este riesgo. La izquierda prohibió edificar viviendas en este tipo de suelos después la torrentada de Sant Llorenç, pero permitió excepciones como esta en caso de no haber localizaciones alternativas viables y tomando medidas correctoras para reducir riesgos. Los partidos las suprimirán.