Negueruela y Apesteguia en un anterior pleno polémico. | Teresa Ayuga -

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El PP negocia con los partidos de izquierda una solución para salvar el decreto de simplificación administrativa, y la consecuencia directa será que no se derogue la ley de memoria democrática en el pleno que se celebra esta mañana en el Parlament. Dirigentes del PP mantuvieron ayer contactos con la oposición para cerrar esta solución in extremis. El acuerdo estaba ayer casi cerrado y pasa por la abstención del PP en el pleno de hoy. Si el PP se abstiene, la ley no sale adelante.

Si esto pasa, la ley de memoria democrática seguirá en vigor a cambio de una abstención de la izquierda cuando toque revisar el decreto de simplificación administrativa y corregir las enmiendas de Vox que el PP votó por error. También hoy se celebra una decisiva reunión sobre los Presupuestos. El PP da por hecho que habrá que prorrogarlos y que habrá que seguir negociando. Eso sí, no solo con la izquierda.

Marga Prohens reunió de urgencia este domingo a los alcaldes del PP en Campos y uno de los asuntos que se abordó es este tema. La dirección del PP sondeó a los representantes de las juntas locales y alcaldes sobre esta posibilidad, y los alcaldes dieron vía libre a Prohens para actuar como lo considere más conveniente. Prohens salió muy reforzada de su reunión con los alcaldes y, ahora mismo, hay más posibilidades de que haya un acuerdo con la izquierda y no haya derogación de la ley que de lo contrario, aunque hasta el momento de la votación no se sabrá con certeza el resultado final.

Hay que tener en cuenta que las negociaciones con Vox están prácticamente rotas después de que sus antiguos socios hayan tumbado los Presupuestos en comisión y que, muy probablemente, vuelvan a hacerlo esta tarde en la reunión de comisión. Prohens se queda sin presupuestos y, en ese escenario, sería difícilmente comprensible que los ‘populares’ salven una de las leyes de Vox que solo interesa a Vox y no al PP.

Acuerdo casi cerrado

El PP no se enfrenta sólo a un problema sino a varios, por eso es tan importante que dé una «señal» a la izquierda y esa es que no avale la derogación de la ley de memoria en el pleno de esta mañana.

«Es muy difícil que el PP pacte con Vox derogarla y que luego venga a buscarnos», dijo Lluís Apesteguia, de Més. Según el ecosoberanista, «no estamos hablando de dar apoyo a un Govern del PP en minoría, sino de buscar acuerdos si rompe con Vox». Indicó que «hemos sido responsables y ahora toca que lo sea el PP».

«Si asume que no se puede pactar con la extrema derecha no le haremos reproches aunque eso no significa que olvidemos las responsabilidades», añadió.

Desde el PSIB, Marc Pons también se refirió a la importancia que tiene para su grupo que el PP se desdiga de su apoyo a derogar la ley de memoria. «De momento no lo han dicho pero esperamos que lo hagan», indicó. Eso fue por la mañana, antes de que en la tarde continuaran los contactos a la espera de una reunión presencial.

Manuela Cañadas, de Vox, dijo que seguirán negociando con el PP. Pero mostró su disgusto por el hecho de los ‘populares’ busquen el apoyo de la izquierda. «Hacen comedia y siguen a la izquierda. Si votan que no a derogar [la ley de memoria] como hicieron en Castilla y León, serán los del PP quienes tendrán que explicarlo», dijo.

Punto de vista
Kike Oñate

El cálculo de poder repele

Kike Oñate

Esas cosas me aburren. Fue la respuesta de un familiar, que considero muy informado, al que le pregunté sobre la entrevista que el domingo publicamos con la portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas. No lo dijo por el buen trabajo hecho por la periodista, sino por cómo la política representativa sigue profundizando el agujero de su tumba al apostar únicamente por el cálculo de poder, la manipulación del público, las intrigas palaciegas y la lógica de bandos sin preocupación ninguna por el bien común. Es un argumento quejoso y manido, pero parece que sigue sin calar entre los políticos.