Imagen de archivo de embarcaciones acumuladas en un solar municipal de Santanyí.

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Con una extensión que apenas supera los 3.600 kilómetros cuadrados, Mallorca tiene más de 550 kilómetros de costa, lo que la convierte en un lugar idóneo para la navegación. El sector náutico de las Islas genera más de mil millones de euros al año, cifra que supone el 3,1 % del Producto Interior Bruto de Baleares, según el último informe sectorial que Balearic Marine Cluster realizó en 2023 en su carrera por posicionar la comunidad autónoma en el epicentro de la industria y ganar competitividad mediante la colaboración público-privada.

Sabemos que Baleares lidera el ránking nacional de matriculaciones de embarcaciones chárter y de recreo, pero hoy por hoy ni la Administración Central, ni el Gobierno autonómico ni la patronal náutica manejan una cifra que permita decir con total seguridad cuántas naves conforman el parque náutico de las Islas. Las entidades conservacionistas hablan de una importante tasa de abandono de embarcaciones en el suelo rústico y también mar adentro. El consultor ambiental Toni March, fue durante años técnico municipal de Medio Ambiente en Pollença. «Fuimos pioneros en controlar el desorden que se producía en la zona de baño por parte de embarcaciones y fondeos ilegales. A un tiro de piedra de la orilla, con muchos esfuerzos técnicos y económicos y el apoyo del celador de Costas y de la Guardia Civil, tratamos de poner en vereda a la náutica salvaje. Falta legislar para reordenar las láminas de agua y evitar riesgos», opina.

¿A dónde va a morir una embarcación? «Es demasiado sencillo que en vez de llevarla a un gestor autorizado que te cuesta una barbaridad, acabes llevándola a unos metros de la costa. La hundes y nadie se percata de ello. No sé como está el fondo marino, pero muy probablemente esté sembrado de embarcaciones», añade March. «Se estima que en España hay unas 200.000 embarcaciones, incluyendo banderas españolas y españolas y extranjeras. Aunque existe un registro oficial de embarcaciones dadas de baja, no todas las que dejan de usarse se registran como tal, lo que dificulta obtener cifras exactas», reconoce el presidente de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), Jordi Carrasco. Este mes de noviembre 18 de cada 100 embarcaciones matriculadas en España lo hicieron en Baleares. Aunque se aprecia una caída interanual de un 17,1 %, las Islas siguen encabezando las matriculaciones del país.

Imagen de unos astilleros del Port de Palma.

Ports de les Illes Balears (dependiente de la nueva Conselleria de la Mar) es el organismo encargado de controlar la gestión de residuos y embarcaciones abandonadas. En los últimos siete años han declarado en situación de abandono menos de cinco embarcaciones en sus puertos. No obstante, para prevenir este tipo de situaciones Ports IB ha implementado por primera vez la exigencia de que las embarcaciones pasen y mantengan en vigor la Inspección Técnica de Barcos, como requisito imprescindible para renovar sus amarres base. Quiere prevenir así que se produzcan abandonos.

Si una embarcación es declarada en abandono se subasta si tiene valor económico. En caso contrario se procede a su desguace y gestión como residuo a través de empresas especializadas siguiendo un procedimiento similar al que se aplica con las pateras que llegan a las costas de las Islas (128 en lo que va de año en Baleares). Santanyí fue el primer municipio en dar la alarma sobre este problema añadido. Desbordado por la acumulación de pateras en su costa, en el año 2022 inventarió 31 embarcaciones abandonadas y solicitó a la Delegación de Gobierno que se hiciera cargo de su retirada. Avisaba ya entonces de que la acumulación de barcas en un solar municipal representaba un riesgo ambiental de filtraciones de aceites y otros contaminantes.

El último en lanzar un SOS ha sido el Consell Insular de Formentera, el pasado 29 de noviembre. Afirma que está retirando las pateras abandonadas en su litoral ante la negativa del Gobierno central a hacerse cargo de ellas. Ha contratado una empresa para que se lleve por vía de urgencia 15 embarcaciones y estudia la posibilidad de convocar un concurso de mantenimiento y retirada de pateras para 2025.

En los puertos de interés general del Estado, gestionados por la Autoritat Portuària de Baleares, el patrón es similar al que describe Ports IB. «Pasamos por un procedimiento tedioso de indentificación de propietario, anuncios públicos, etc., hasta que podemos declarar las embarcaciones como abandonadas. A continuación, cuando tenemos un número importante de embarcaciones declaradas abandonadas, las tratamos como chatarra y procedemos a su subasta pública para que acudan empresas del sector para su tratamiento», explica. Según el Plan General de Puertos en Baleares hay un total de 20.272 amarres deportivos, de los que 12.897 son gestionados por Ports IB (63,6%) y 7.375 por la Autoritat Portuària de Balears (APB) (36,4%). En Ports IB, 3.492 amarres están bajo gestión directa de la administración y 9.405 bajo gestión indirecta mediante la concesión a través de concursos públicos. Por su parte, en la APB, 2.124 amarres son de gestión directa y 5.251 de gestión indirecta.