Tras consultar en varias autoescuelas en Mallorca, José Miguel se topó con una realidad: su camino hacia la conducción iba a ser más largo y costoso de lo previsto. Durante su búsqueda, descubrió que no había vehículos adaptados disponibles en la Isla y, en algunos centros, le confesaron que era la primera vez que alguien con su caso se acercaba a preguntar. Finalmente, fue en Bilbao donde encontró la autoescuela Irrintzi, que ofrece formación y soluciones adaptadas para la conducción.
Solo la adaptación de un vehículo supone un coste aproximado de 40.000 euros. A esta cifra hay que añadir los gastos de viajes y hospedaje en Bilbao para evaluar su caso, el precio de las prácticas necesarias, la adquisición del propio vehículo y una larga lista de 'extras'. En total, una cantidad inasumible para José Miguel. «A nivel de comunidad autónoma, no hay ninguna ayuda a la que puedo acceder», asegura el informático de Marratxí, quien ha tratado de financiar su reto por sus propios medios antes de decidir lanzar una campaña de crowdfunding para hacerlo realidad.
Con la firme determinación de que va a lograrlo, José Miguel cuenta que ya ha aprobado el examen teórico, superado el examen psicotécnico y realizado una prueba de valoración para las adaptaciones determinadas que necesitará su vehículo. En enero, se enfrentará a la prueba práctica «con la presión adicional de tener que aprobar a la primera», dada la elevada cantidad de dinero que ha invertido en todo este proceso. Además, este mes tiene previsto comprar su coche en Mallorca.
El vehículo viajará hasta el taller de la autoescuela en Bilbao para someterse al proceso de adaptación, un proceso que podría extenderse entre 6 y 8 meses debido a la lista de espera. De momento, José Miguel expresa su gratitud a todas las personas que han participado en la recaudación, ya que han logrado proporcionarle más apoyo que ninguna institución pública le ha ofrecido. Una vez consiga su objetivo, su siguiente reto será conducir desde el País Vasco hasta Murcia para compartir su logro con su familias.
2 comentarios
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Pues no entiendo porqué hay que pagarle el coche a éste señor...me sabe mal su situación, evidentemente. En cuántos edificios los propietarios tienen que costear el salvaescaleras por ejemplo?
Una injusticia. Si se mandaran a los menas a casa con sus padres se podría pagar la adaptación de su vehículo a este joven y de algunos más.