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Medicina, bioquímica, fisioterapia, arquitectura, fuerzas de seguridad, periodismo, educación social o consultoría turística. Los alumnos de segundo de Bachillerato del Sant Josep Obrer de Palma tuvieron este martes la oportunidad de hablar cara a cara con profesionales de estos y otros sectores en la tercera edición de la feria de oficios que organiza el centro. El objetivo es que puedan conocer el amplio abanico de opciones laborales al que pueden optar tras acabar el instituto.

«Es una manera novedosa de complementar los recursos de orientación habituales, como las charlas sobre carreras universitarias. Deben de tomar una decisión vital y aquí pueden conocer casos para escoger mejor», explica el director de Bachillerato, Xisco Maturana. Asegura que algunos alumnos que participaron en la primera edición, y que ahora estudian en la universidad, lo hicieron influidos por las charlas que mantuvieron con profesionales. «Les cuentan el día a día de su trabajo, sus satisfacciones y frustraciones», señala. Los oficios se distribuyen en dos tandas: una enfocada para el alumnado de ciencias y otro para el social.

Inés Sánchez y Naia Rodríguez.

Los jóvenes se pasean y se sienten en la mesa que más les interese para escuchar al profesional hasta que suene un silbato. «Creo que es una oportunidad muy útil para abrirnos la mente y poder proyectarnos a futuro», considera Inés Sánchez, que con 17 años tiene claro que quiere enfocarse en el sector de la salud. Le atrae Medicina, aunque duda si hacer Derecho para especializarse en combatir negligencias sanitarias. «También he pasado por la mesa de psicología y de las Fuerzas Armadas por curiosidad», confiesa.

Su compañera Naia Rodríguez aspira a estudiar Derecho ambiental, aunque cree que estos eventos les permite aclarar dudas y decidir con mayor conocimiento. «He escuchado a un biólogo, un bioquímico, un ingeniero forestal y a los guardias civiles», explica, y valora positivamente que todos los profesionales que voluntariamente fueron a la feria «sean tan sinceros» explicando lo bueno y lo malo de su oficio. «El biólogo dice que es difícil ganar dinero dedicándose a la investigación, pero que si te gusta disfrutarás mucho porque implica mucho trabajo de campo», afirma la adolescente. «Todo esto alivia las inquietudes que tenemos sobre el mundo laboral, que vemos con incertidumbre. ¿Nos comerán?», se pregunta Rodríguez entre risas, a lo que Sánchez responde riendo: «Los primeros años, seguro».