TW
0

Los partidos catalanes iniciaron a medianoche la campaña de las sextas elecciones autonómicas, que se presenta como la más reñida de los últimos años por la incertidumbre del resultado del duelo entre el actual presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y su rival socialista, Pasqual Maragall.

La campaña estará muy centrada en Barcelona, donde se disputará la victoria en estas elecciones: todos los partidos han elegido la Ciudad Condal o el área metropolitana como escenario del simbólico acto de pegada del primer cartel.

El actual presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que ocupa este puesto desde 1980, se presenta por última vez, según se han encargado de difundir sus colaboradores, con el mensaje de que necesita un nuevo mandato para acabar su obra de gobierno y resolver las demandas de mejor financiación autonómica y de mayor poder político para Catalunya.

Frente a la continuidad de la oferta de Pujol, Maragall ha hecho de la necesidad de «cambio» y renovación el eje central de su precampaña. Maragall se presenta como el abanderado de un nuevo estilo de gobierno para Catalunya, que no reniega de la herencia de Pujol, pero que ofrece un nuevo proyecto de futuro.

El cabeza de lista del PP, Alberto Fernández Díaz, tiene ante sí el reto de mantener el puesto de tercera fuerza política que consiguió su antecesor, Aleix Vidal-Quadras, para mantener o incrementar su influencia en el caso de que Jordi Pujol revalide la victoria y gobierne otros cuatro años.

Esquerra Republicana y su líder, Josep-Lluís Carod-Rovira, pueden ser decisivos en el próximo Parlamento por su condición de fuerza nacionalista y de izquierda, que podría apoyar tanto a un gobierno de Pujol como a uno de Maragall.

Iniciativa-Verds, con Rafael Ribó al frente, persigue el objetivo de mantener un grupo propio en el Parlamento, es decir, tener cinco diputados o más, para garantizar la supervivencia de la formación. En estas condiciones, la campaña comienza hoy con un debate televisado entre todos los candidatos.