El Gobierno se felicitó ayer por la detención de los tres etarras y
la recuperación de las dos toneladas de dinamita sustraídas en
Bretaña, si bien consideró que el hecho de que ETA disponga aún de
casi 6.000 kilos de explosivos hace «dudar» de que la organización
terrorista esté en un proceso de paz, sino en una «proceso de
construcción nacional». Según el titular de Interior, «ETA sigue
sobre la guía de un proceso de construcción nacional», y añadió que
no cree que la actuación de ETA se pueda ver en términos de
respuesta a la oferta de diálogo del Gobierno, sino que está en
respuesta a una «lógica macabra del comunicado de ETA, que explicó
paso a paso lo que iba a suceder posteriormente».
En parecidos términos se manifestó el portavoz del Gobierno,
Josep Piqué, quien recordó que el Ejecutivo siempre ha tenido
«enormes dudas» de que la banda esté de verdad en un proceso de
paz, porque incluso ETA ha dicho «con sus propias palabras» que
está «en un proceso de construcción nacional». Por ello, explicó
que en la medida en que ese pretendido proceso está fracasando por
la voluntad de los ciudadanos, «existe el riesgo de que pueda
regresar la violencia». Piqué señaló que espera que esta situación
no se produzca, y recordó que el Ejecutivo ha tomado iniciativas en
los últimos meses en ese sentido, ya que, «se está ante una
oportunidad de paz que ojalá se haga real». Por otra parte, Mayor
Oreja consideró que la dirección de ETA ha sido quien ha dado la
orden de robar los explosivos, ya que no se trabaja con la
hipótesis de que se haya producido una escisión en la organización
terrorista. «No nos consta ninguna escisión, ni ninguna fractura,
no se trabaja sobre ese escenario. En cuanto a la detención de los
tres etarras en Francia, Oreja guardó cierta reserva al seguir
abierta la operación.
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