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AGENCIAS - NOAIN (NAVARRA) José María Marco Goñi, el concejal de UPN en el Ayuntamiento de Noain (Navarra) que sufrió un atentado en su domicilio la pasada semana, y Julián Arranz Sánchez, también edil de UPN e hijo del alcalde de la localidad navarra, presentaron ayer su dimisión «irrevocable» en el transcurso de un tenso pleno extraordinario.

Ninguno de los dos ediles estuvo presente en el Pleno y comunicaron su dimisión, para la que alegaron «motivos personales», en sendos escritos de renuncia. Como se recordará, el pasado miércoles explotó un artefacto casero en la puerta de la vivienda de Marco Goñi que causó importantes daños materiales y heridas leves a una vecina del concejal. El anuncio de la decisión de ambos concejales, dos de los cuatro con los que contaba el grupo de UPN en el consistorio navarro, provocó la indignación de algunos de los vecinos que presenciaron el pleno extraordinario y urgente celebrado a las seis de esta tarde. «Si vais a dimitir por esto no os presentéis» o «Por un petardo son los dueños del pueblo», son algunas de las frases que se escucharon en el salón de plenos, que discurrió en un ambiente de gran tensión y crispación.

Precisamente, dos jóvenes fueron detenidos ayer en Noain en relación con las investigaciones desarrolladas por la Guardia Civil con motivo de la explosión registrada el pasado miércoles en el domicilio del concejal de UPN. Dichas fuentes, que no concretaron los hechos que se imputan a los detenidos, precisaron que ambos fueron trasladados a dependencias de la Guardia Civil y que, desde allí, serán conducidos a Madrid para ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional.

El Gobierno vasco recordó ayer a Euskal Herritarrok (EH) que el acuerdo de colaboración suscrito en mayo con el PNV y EA, le obliga a adoptar «medidas» para hacer desaparecer la violencia callejera. El Ejecutivo vasco hizo esta advertencia después del rebrote de la 'kale borroka' en los últimos días. Así, la pasada madrugada fue atacada la estación de EuskoTren en el barrio bilbaíno de Deusto, que dejó totalmente destrozada la máquina expendedora de billetes.