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Los grupos nacionalistas, mayoritarios en el Parlamento Vasco, coincidieron ayer en abogar por la superación del actual Estatuto de autonomía, al que el PNV calificó de «carta otorgada», en vísperas de la conmemoración del vigésimo aniversario de su aprobación en referéndum. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, definió el Estatuto como una «carta otorgada». A su juicio, supone un intento de «institucionalizar forzadamente la legalidad española», y recordó que, cuando se aprobó, no se dió una «situación de soberanía plena» igualitaria entre el «pueblo vasco y el pueblo español».

«Resulta paradójico y es un auténtico sarcasmo que quienes son responsables directos de su incumplimiento, de haber inyectado el fraude en el Estatuto vengan a la Cámara a proclamar su vigencia, su validez y poder adornar la efemérides con una celebración». La Cámara de Vitoria debatió una iniciativa del PSE-EE en la que proponían que el Legislativo reiterara la vigencia del texto y que defendiera su pleno desarrollo, que fue rechazada por PNV, EH, EA y IU-EB grupo que presentó una enmienda a la totalidad. En la misma línea, el portavoz de HB, Arnaldo Otegi, señaló que «todo el mundo sabe bajo qué presión se aprobó el Estatuto, que hubo muchos condicionamientos en aquella época por los poderes fácticos.

El vicesecretario de EA, Rafael Larreina, explicó que el Estatuto supuso un «esfuerzo de consenso» entre el autogobierno que «admitían» las fuerzas políticas «de conciencia española» y el mínimo que «podían admitir las fuerzas de ámbito nacional vasco, que lógicamente aspiraban a superar ese mínimo hasta llegar al autogobierno pleno».

ONDesde el PP Leopoldo Barreda mostró su «decepción» por la actitud nacionalista, especialmente del PNV, que se debe a que «hoy sus compañeros de viaje son otros» (en alusión a HB). Jesús Eguiguren, del PSE-EE, calificó como un «error de raíz» que los nacionalistas sostengan que el Estatuto fue un pacto con el Estado, porque «primero fue un pacto entre los vascos y luego con el Estado».