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El IPC se mantuvo invariable durante el mes de octubre, con lo que la tasa interanual quedó en el 2'5 por ciento, una décima por encima de la previsión establecida por el Gobierno para todo el año. La tasa acumulada, por su parte, permaneció también en octubre en el 2'3 por ciento.

El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, aseguró que la contención de los precios se debió, fundamentalmente, a las medidas adoptadas por el Ejecutivo para luchar contra la inflación, entre las que destaca la congelación del precio de la bombona de butano y al descenso de los precios de los medicamentos.

Cristóbal Montoro explicó que la no variación del IPC en octubre es un «buen dato», a la vez que aseguró que la estabilización de los precios se mantendrá en noviembre, gracias al positivo efecto que tendrá, a su juicio, la rebaja de las llamadas telefónicas aprobadas por el Gobierno, en particular la de las locales. El Gobierno mantiene su previsión de terminar el año con una inflación del 2'4 por ciento, a la vez que insiste en que en el 2000 se logrará un IPC a finales de año del 2 por ciento. Y es que, según señaló Montoro, los peores efectos de la subida del precio del petróleo «pueden haber pasado ya».

Otra de las cuestiones destacadas por Montoro fue el comportamiento de los precios de los servicios, que, según indicó, están experimentando una «clara desaceleración», como lo indica el hecho de que hayan pasado este año al 3'8 por ciento, respecto al 3'2 por ciento de octubre del año pasado.

En el décimo mes del año, los servicios registraron un descenso del 0'2 por ciento, frente al 0'1 por ciento de octubre de 1998. En este grupo destacan como los descensos significativos que se han producido tanto en turismo y hostelería como en transporte público interurbano. Asimismo, Montoro subrayó que las medidas puestas en marcha para financiar los efectos negativos de la sequía «están permitiendo suvavizar el incremento del precio de los alimentos en origen». Manifestó además que el Gobierno vigilará para que este descenso se traslade inmediatamente a los consumidores y no se convierta en un incremento de los márgenes de beneficios.