La reunión celebrada ayer entre delegaciones de CiU y el PP no ha
supuesto avances significativos ni ha servido para que la coalición
se asegure el compromiso de los populares de votar a favor de la
investidura e Jordi Pujol, sino que, según indicaron fuentes del PP
catalán, de momento «todo está abierto» y no se descarta ninguna
opción, incluido el voto contrario.
En la reunión se analizó el documento que el PP le hizo llegar a
CiU el pasado sábado como base de la negociación y que, entre otras
condiciones, plantea la defensa del actual modelo constitucional y
estatutario, el impulso a un nuevo modelo de financiación sin
especificar para el año 2001 y el fomento de aumentos de pensiones
pero en el marco de los acuerdos del Pacto de Toledo.
Entre otros puntos, el documento de los populares también aboga
por la defensa del «pluralismo linguístico y social», políticas de
apoyo a la familia y otras iniciativas de soporte en materia de
educación, investigación y desarrollo, comercio, sanidad o igualdad
de oportunidades para la mujer.
Además de los posibles acuerdos en torno a las propuestas
planteadas por el PP, el sentido del voto estará también supeditado
al discurso que hoy haga Jordi Pujol en la primera jornada de la
sesión de investidura.
Por su parte, Josep Piqué reconoció ayer que el voto afirmativo
a Pujol en su ceremonia de investidura «en estos momentos es muy
difícil». A juicio del portavoz del Gobierno, cualquier tipo de
consenso será incompatible con acuerdos de fondo entre CiU y
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
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