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Los firmantes del Acuerdo de Lizarra, a excepción de IU-EB, aprobaron ayer un documento en el que manifestan que su compromiso por las vías de actuación exclusivamente democráticas y políticas es «firme e irrevocable», al tiempo que expresan su voluntad de impulsar un nuevo marco de convivencia política. Asimismo, piden a todas las partes que analicen y revisen sus decisiones.

Este documento, de cinco puntos, y en el que se elude explíticamente emplazar a ETA a dar marcha atrás en su decisión de dar por concluida la tregua, fue aprobado tras la reunión de la Comisión Permanente del Pacto de Lizarra celebrada en la sede del sindicato ELA en Bilbao, y que se prolongó desde las cuatro y media de la tarde hasta pasadas las diez de la noche.

En el texto consesuado, los firmantes manifiestan la validez de los contenidos del Acuerdo de Lizarra y expresan su intención de profundizar en el modelo de «solución democrática» que propone.

En el documento, tras reafirmarse en su apuesta por las vías exclusivamente democráticas, los firmantes añaden que no renuncian a «ningún instrumento democrático que ayude a reconducir la actual situación».

Asimismo, en el acuerdo sus firmantes urgen a todas las partes «con capacidad de determinar el curso de este proceso a analizar y revisar sus decisiones», cada cual desde su responsabilidad, de modo «que posibiliten y aporten las condiciones para que el proceso emprendido sea irreversible».

En otro de los puntos del documento, expresan su compromiso, y, en este sentido hacen una invitación a la sociedad, para impulsar «un nuevo marco de convivencia política acorde con la realidad plural de nuestro país y basado en la aceptación de la voluntad de los hombres y mujeres de Euskal Herria».