PP y CiU lograron la pasada madrugada un acuerdo para modificar la
reforma de la ley de Extranjería, que se plasmó horas después en la
Comisión Constitucional del Senado, donde los votos de ambos
aprobaron un texto que cambia lo autorizado en el Congreso, pero
suaviza las 112 enmiendas del PP. El nuevo rumbo de la reforma de
la Ley de Extranjería provocó las críticas del PSOE, IU, Nueva
Izquierda, sindicatos y de asociaciones sociales y de inmigrantes.
El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, manifestó en conferencia
de prensa tras el Consejo de Ministros la «absoluta predisposición»
del Ejecutivo a abrir una «negociación seria» con todos los grupos
parlamentarios, y especialmente con el socialista, para buscar el
máximo consenso posible a la reforma de la Ley de Extranjería.
El dictamen de la proposición de ley sobre la reforma de la Ley
de Extranjería será debatido la próxima semana en el Pleno del
Senado, trámite para el que el Grupo Popular ha reservado una
enmienda con la intención de llegar a un acuerdo con Coalición
Canaria. Aunque el apoyo de CC se presenta como indispensable para
la aprobación final del texto en el Congreso, el senador canario
Victoriano Ríos reconoció que existe «una situación nueva» por lo
que no descarta finalmente apoyar el texto en el Congreso.
El acuerdo al que llegaron tras una «difícil y larga noche» el
vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, y el
portavoz de CiU en el Congreso, Josep López de Lerma, se ha
traducido en la aprobación de 71 de las 112 enmiendas presentadas
por el Grupo Popular, de 31 transaccionales de CiU que afectan a 35
del PP y la retirada de cinco enmiendas por parte del Grupo Popular
a solicitud de los catalanes.
Al final lo que se ha conseguido, según indicó López de Lerma,
es una ley en la que se ha primado lo «reglado sobre lo
discrecional» y en la que, entre otras cosas, se ha preservado el
reagrupamiento familiar como un derecho en lugar de como una
posibilidad. «Hasta hoy al inmigrante sólo se le ha reconocido como
problema y a menudo como enemigo pero a partir de hoy, con el texto
aprobado en el Senado, a los inmigrantes se les ve como personas
con derechos, con problemas que la ley trata de resolver desde la
solidaridad y no desde la represión policial y administrativa como
hacía la ley de 1985», agregó.
El portavoz del PP en el Senado, Esteban González Pons, insistió
en que el acuerdo al que se ha llegado con CiU «no significa que la
ley haya terminado su trámite» y subrayó que su formación quiere
«sumar al resto de grupos parlamentarios».
Las ONG rechazan los cambios y abandonan el Foro de
Inmigración
Las organizaciones sociales, de inmigrantes y sindicatos que
pertenecen al Foro de la Inmigración abandonaron ayer este organo
en rechazo a las modificaciones introducidas en la Ley de
Extranjería. El Foro de la Inmigración, del que forman parte
también representantes del Gobierno, se reunió ayer para tratar
sobre la reforma de la Ley de Extranjería, asunto sobre el cual PP
y CiU han alcanzado un acuerdo.
El vicepresidente del Foro, Abdel Hamid Beyudki, que actuó de
portavoz, leyó un manifiesto de las organizaciones sociales y
sindicatos que abandonaron la reunión de hoy en el que critican la
decisión del Gobierno de presentar en el Senado 112 enmiendas a la
Ley de Extranjería, porque en su opinión «ningunean al Foro», ya
que durante dos años han participado en el debate sobre la reforma
y ahora se les excluye.
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