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Los ocho millones de pensionistas que hay en España tendrán un incremento adicional de nueve décimas en sus pensiones a causa de la desviación de la inflación, al haber pasado del 1'8 previsto al 2'7 en noviembre, que es el que sirve de referencia para consolidar los sueldos de los jubilados.

El ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, indicó que el coste total para mantener el poder adquisitivo de las pensiones se eleva a 116.300 millones de pesetas, de los que 60.012 corresponden a la paga única de febrero por la desviación de la inflación y 56.288, a la revalorización del 2000.

Explicó que gracias a la Ley de Pensiones, que garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo conforme a la evolución de los precios, los pensionistas tendrán primero una subida del 0'9 por ciento sobre la cuantía económica que han estado percibiendo este año.

Sobre esa base, que es la consolidación de la pensión de 1999, se aplicará un alza del 2 por ciento, que es la inflación prevista para el 2000, y de ese modo queda establecida la pensión del próximo año.

Además, a fin de que los pensionistas recuperen las cantidades que tendrían que haber estado cobrando desde enero de este año, la diferencia entre el 1'8 del IPC previsto y el 2'7 resultante en noviembre, percibirán en febrero una paga adicional que totalizará el porcentaje de nueve décimas por catorce mensualidades.

Los tres millones de pensiones mínimas que acordaron subir el Gobierno y los sindicatos el pasado 16 de septiembre también se beneficiarán de la paga de compensación por la desviación de la inflación, que cobrarán estos pensionistas el próximo febrero.