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El abogado Jorge Argote, procesado en el 'caso Lasa-Zabala', y defensor de Angel Vaquero y Enrique Dorado, recusó ayer verbalmente al presidente de la Sala, Siro García, por entender que ha perdido la imparcialidad y que siente «animadversión» hacia el letrado, quien le acusó de haber convertido la vista en el «silencio de los corderos».

La recusación que presentó el abogado se deriva de un comentario que realizó Siro García, quien, pensando que el micrófono estaba cerrado, dijo a otro magistrado que «había que sancionar a este tío porque no es quien para decir si una pregunta es capciosa o no». Así, Argote argumentó «pérdida de imparcialidad y animadversión» hacia su persona y dijo que sentía una «clara indefensión» por las numerosas veces en las que ha sido amonestado por el presidente, quien llegó a amenazarle con una sanción si continuaba interrumpiendo.

Una vez recibido el escrito, Siro García tomó la palabra y afirmó que, ante los sucesos ocurridos el día anterior le quedaban dos opciones, pedir disculpas a sus compañeros y al abogado o «incoar un expediente disciplinario contra los micrófonos». «Cómo los micrófonos no pueden ser objeto de acciones penales, pido disculpas a mis compañeros de Sala y al señor letrado», ironizó.

Sin embargo, se produjo un nuevo incidente que llevó a Argote a presentar la recusación. Vaquero se quejó de que el Ministerio Público intentaba «confundirle» con sus preguntas. El presidente cortó de inmediato la intervención del acusado y le dijo que no adoptara «una postura paralela» a la de su abogado en cuanto a calificar la intervención del fiscal. Argote saltó rápidamente y acusó a Siro García de estar «coaccionando» a su cliente, ante lo que recusó al magistrado.