El ex cabo de la Guardia Civil Felipe Bayo, uno de los presuntos
autores materiales del «caso Lasa y Zabala», aseguró ayer en el
juicio que falseó algunas pruebas que incriminaban a los otros
acusados, como la cinta en la que él y el ex sargento Enrique
Dorado admitieron que interrogaron a los dos etarras.
Bayo dijo también que se inventó la inspección ocular que hizo
en 1997 en el Palacio de la Cumbre, donde supuestamente fueron
interrogados Lasa y Zabala.
Tras la declaración del ex cabo, considerado hasta ahora como el
principal testigo de cargo, el juicio se suspendió hasta el 11 de
enero del año 2000.
La octava sesión del juicio discurrió con el interrogatorio del
fiscal, acusaciones y defensas, aunque el acusado se limitó a
contestar a las preguntas que quiso, incluidas algunas del
presidente del tribunal, Siro García. En la misma línea en la que
durante la sesión de ayer se retractó de sus acusaciones contra los
otros procesados, el ex cabo detalló ayer que manipuló con un
ordenador la cinta magnetofónica en que él y Enrique Dorado admiten
que interrogaron a los presuntos etarras.
La cinta, que se escuchó durante la sesión del juicio celebrada
el viernes, había sido grabada supuestamente en la Semana Santa de
1997 en la prisión de Alcalá Meco, donde él y Enrique Dorado
recibieron la visita del también acusado Angel Vaquero, ahora
teniente coronel, y del ex gobernador civil de Guipúzcoa José Ramón
Goñi Tirapu. En la supuesta conversación Bayo y Dorado admiten que
estuvieron en el Palacio de la Cumbre para interrogar a Lasa y
Zabala, pero que no les secuestraron ni asesinaron.
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