El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decretó ayer el
ingreso en prisión incondicional e incomunicada del presunto etarra
José María Novoa Arróniz, conductor de una de las «furgoneta-bomba»
que con 950 kilos de explosivos ETA pretendía introducir en Madrid,
bajo la acusación de pertenencia a ETA, tenencia y depósito de
explosivos, armas y municiones, de atentado con resultado de muerte
en grado de fustración y del asesinato en 1998 del subteniente de
la Guardia Civil Alfonso Parada.
Las fuentes consultadas explicaron que el delito de atentado con
resultado de muerte en grado de fustración le ha sido imputado por
la operación en la que ETA pretendía introducir en Madrid dos
«furgonetas-bomba» con casi dos mil kilos de explosivos, por lo que
se deduce que la banda terrorista pretendía realizar un atentado
con muertos en la capital de España.
Estas fuentes explicaron que, el acusado, quien declaró por
espacio de dos horas asistido por un letrado de oficio, es un
«profesional», al que se le relaciona con un «comando legal» e
itinerante de la banda terrorista, con sede en Vitoria y formado
entre 1996 y 1997. Las Fuerzas de Seguridad encontraron un «zulo»
de ETA en la localidad alavesa de Amezaga, el cual era la
«auténtica» base de operaciones de este «comando». En este lugar se
encontraron numerosos explosivos, armas y municiones.
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