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Los partidos nacionalistas vascos PNV y EA aumentaron ayer sus críticas contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien les acusó, durante su visita a Belén, de la posibilidad de que tuvieran un pacto con ETA. Las polémicas declaraciones de Aznar fueron objeto de debate de la ejecutiva nacional de EA, quien ha encargado a sus servicios jurídicos que las analicen para ver si pudieran ser objeto de denuncia judicial por atentar contra la honorabilidad del partido.

Así lo anunciaron el secretario de organización de EA, Rafael Larreina, y la diputada Begoña Lasagabaster, quienes calificaron de «inadmisibles» las palabras de Aznar, ya que suponen «un escalón más dentro de una campaña perfectamente organizada para deslegitimar al nacionalismo vasco» y establecer que «PNV y EA son asesinos, que pactan con los de la dinamita y que están a favor de la guerra». «Si Aznar piensa que formaciones como EA están cometiendo un delito de colaboración con banda armada, tal y como ha sugerido, debería ir a los juzgados a denunciarlo y, si no lo hace, EA llevará a los juzgados a quien nos acuse de algo que es radicalmente falso», señaló Rafael Larreina.

Pese a que el Gobierno vasco rechazó entrar a valorar las declaraciones de Aznar, su portavoz, Josu Jon Imaz, se preguntó «si el presidente del Gobierno considera legítimo defender democráticamente la Constitución, el Estatuto, su modificación o la independencia». Respecto a la existencia de una crisis entre el PNV y el Ejecutivo de Aznar, apostó por establecer «espacios de encuentro» y seguir buscando «un diálogo institucional y sosegado que sirva para ir resolviendo los problemas que tiene este país».

Algo más duro fue el PNV ya que, en opinión del candidato peneuvista por Vizcaya al Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, a JOsé María Aznar le «traiciona su tono caudillista» cuando habla del nacionalismo vasco.