Matutes y Garzón se enzarzan en un cruce de advertencias en torno al 'caso Pinochet'

Con estas palabras respondía el ministro Matutes al escrito que el juez Garzón le envió en el que le acusa de incurrir en un incumplimiento por omisión al negarse a recurrir la posible puesta en libertad de Augusto Pinochet.

En respuesta a una carta del ministro en la que daba cuentas al juez de las razones por las que no tramitaría el recurso judicial, Garzón pide un cambio en la decisión del titular de Exteriores ya que entiende que si estas alegaciones prosperan pueden determinar «inexorablemente el curso de la extradición que se mantiene».

En su escrito, Garzón insiste en que la no participación impuesta por el Ministerio de Asuntos Exteriores español para defender el fondo de las alegaciones cursadas por España afecta al ejercicio de la jurisdicción, por lo que le solicita que dé curso al escrito de alegaciones del pasado día 8 en lo que se refiere a la participación de la Fiscalía Británica ante el Alto Tribunal británico «sin interferencias administrativas que dificulten esta labor».

El magistrado entiende que el Ministerio, al no tramitar las alegaciones, ha impedido que la Fiscalía británica defendiera ante el Alto Tribunal la extradición del ex dictador a España, «penetrando en el ámbito de la competencia del Juez que tramita la causa principal y la pieza de extradición».

Respecto a los recursos presentados por Bélgica y por Amnistía Internacional, junto con otras cinco organizaciones humanitarias, Matutes aseguró que «no van a servir de nada». Así, destacó la inutilidad de presentar estos recursos, ya que «el ministro Straw podría enviar al general Pinochet a Chile en cualquier momento por motivos políticos o porque le apetezca».