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Los españoles se echaron ayer a la calle en numerosos puntos del país para condenar enérgicamente el atentado perpetrado el martes en Vitoria y que costó la vista al diputado socialista Fernando Buesa y al ertzaina Jorge Díez. Bajo el lema «Basta ya», los ciudadanos quisieron así demostrar su más profunda repulsa por la violencia etarra, así como exigir a los terroristas que escuchen la voluntad del pueblo y depongan las armas.

A mediodía se registraron también concentraciones ante numerosos ayuntamientos de todo el país. Pero estos no serán los últimos actos de repulsa por el atentado terrorista. En los próximos días se seguirán produciendo concentraciones de este tipo, siendo la más significativa la que el lehendakari ha convocado para el próximo sábado en Vitoria para pedir la paz y exigir a ETA que cese en la lucha armada.

En todas las capitales de provincia del país se escuchó el clamor unánime de los españoles, que gritaban «¡Basta ya!» para exigir a ETA que deponga las armas y deje de matar. Dentro del País Vasco fueron múltiples las concentraciones celebradas a lo largo de la tarde. En Vitoria, la concentración popular se dio en torno al cortejo fúnebre de Fernando Buesa y en ella participaron unas 60.000 personas, según las autoridades.