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La economía española creció un 3'9 por ciento en el cuarto trimestre de 1999 y un 3'7 por ciento en el conjunto del año pasado, según los datos de la Contabilidad Nacional, hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento estuvo asentado en la mejora experimentada por la aportación del sector exterior, que ha permitido compensar una tendencia de suave moderación en el crecimiento de la demanda interna, así como en la estabilidad de precios y en una mayor intensidad en la creación de empleo.

Durante el cuarto trimestre de 1999, el Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española registró en términos de Contabilidad Nacional Trimestral un crecimiento del 3'9 por ciento. «Este registro, nuevamente superior en una décima al del trimestre precedente, confirma que la economía se encuentra asentada en la fase expansiva de un nuevo ciclo, cuyo mínimo tuvo lugar en el primer trimestre de 1999», según el INE. Para Montoro, esta cifra supera las previsiones del Gobierno y sitúa a España dos puntos por encima de la media europea en cuanto al crecimiento económico se refiere. «La economía española ha sido la única que ha mantenido su crecimiento económico en medio de una crisis mundial que ha perjudicado a las grandes economías europeas», subrayó. Los datos de ayer muestran que el crecimiento de la economía nacional fue acelerándose a medida que transcurría el año. En el primer y segundo semestre fue de un 3'6 por ciento; en el tercer trimestre del 3'7 por ciento y en el cuarto del 3'9 por ciento. Con todo ello el crecimiento de la economía española se situó en el conjunto del año en un 3'7 por ciento. La mejora experimentada por la aportación del sector exterior al crecimiento agregado es el factor responsable del mayor ritmo de avance del PIB, al mostrar en el cuarto trimestre un valor de -0'4 puntos frente a -1'1 puntos del trimestre anterior.