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El teniente fiscal de la Audiencia Nacional Jesús Santos concluyó ayer la lectura de su informe definitivo de acusación en el juicio por el 'caso Lasa-Zabala', asegurando que este juicio cierra una de las páginas «más negras» de la Historia reciente. Además, consideró que el GAL hizo retroceder a España al siglo XVI, poniendo en práctica la teoría de Maquiavelo en la que «la ley, la moral y el derecho eran sólo para el pueblo y no para los gobernantes, que estaban por encima de la ley», por lo que considera que los asesinatos del GAL son peores que los de ERA, porque sus autores eran funcionarios públicos.

El representante del Ministerio Público reconoció que acusar a Galindo y sus hombres le ha producido «amargura y tristeza», teniendo en cuenta los méritos y los servicios que han prestado tanto ellos, como Rafael Vera, a la nación en la lucha contra ETA, con lo cual, y de ello no le cabe duda, se ha podido evitar la muerte de muchos ciudadanos.

Sin embargo, Santos cree que la eficaz labor de los acusados no «amortigua» la realidad de su participación en los hechos enjuiciados, ni tampoco el «rigor en la aplicación de la pena». «Estas circunstancias no pueden eclipsar y empañar los principios esenciales de un Estado de Derecho», dijo, para añadir que cuando la autoridad pública «vulnera la Ley, corrompe los cimientos en que se apoya». Por ello, cree que el GAL supuso un «grave retroceso» en la lucha antiterrorista «al ponerse al mismo nivel, o peor nivel, que los terroristas».

Además, lamentó que con las actividades de «guerra sucia», al no tener ninguna justificación, ni siquiera la «dramática y cruel presencia» de ETA, se corrió el riesgo de convertirse «en un argumento adicional a las obscenas explicaciones o justificaciones de la violencia terrorista». Santos cree que Elgorriaga, Galindo, Vaquero, Dorado y Bayo merecen «con todo rigor» un reproche por medio de la Justicia, si bien los dos primeros, por ser los que, en su opinión, dieron las órdenes a los últimos, deben recibir «un plus de reproche».

Por otra parte, comenzó su exposición la acusación particular en nombre de las familias de Lasa y Zabala, que representa Iñigo Iruín. El letrado lamentó, al igual que hiciera el miércoles el Ministerio Fiscal, que el caso «se cerrará en falso», puesto que «no hay dudas de que no están todos los que tenían que estar». «Faltan responsables políticos, responsables de la planificación de las acciones y de la ejecución de los hechos enjuiciados», dijo.