Delegaciones de las formaciones nacionalistas PNV y EA se reunieron
el pasado mes de julio con representantes de ETA con el fin de
evaluar el proceso de tregua, según consta en los documentos
internos de la banda que publicó ayer el diario 'Gara'. En el
encuentro ETA comunicó al PNV y a EA la suspensión del acuerdo
alcanzado con ambas formaciones un año antes y que incluía el
compromiso de crear «una institución para el conjunto de Euskal
Herria», por la «falta de voluntad» de los dos partidos.
Durante la reunión, ETA constató su preocupación ante la
orientación que había tomado el proceso. Por su parte, PNV y EA
situaban los aspectos negativos en la posición del Gobierno de José
María Aznar. La banda terrorista consideró que la «potencialidad»
del acuerdo del 98, que debía ser válido hasta que finalizase «el
ciclo» hacia el cambio de marco jurídico-político, se desvirtuó por
«falta de voluntad y por la tendencia de dar pasos atrás», por lo
que decidió no ofrecer más periodos de «observación» y comunicó a
los representantes del nacionalismo vasco que el acuerdo quedaba
«en suspenso».
Sin embargo, en el encuentro, ETA, según consta en sus
documentos internos, dejó abierta la puerta a un nuevo acuerdo
mediante una propuesta en la que, dando por superada la falta de
definición del acuerdo anterior, llevara al proceso a término de
una forma concreta. Tal propuesta consistía en la convocatoria de
unas elecciones en toda Euskal Herria para crear un Parlamento
Nacional encargado de realizar el proceso constituyente vasco. Como
contrapartida, la organización abandonaría la lucha armada.
Para el PNV, esta propuesta era una «utopía» que se situaba
«fuera de la realidad». Sin embargo, en opinión de ETA, los
peneuvistas no razonaron nunca su posición. Además, el PNV insistió
en reclamar la presencia de HB porque no estaban de acuerdo con el
«método» PNV-EA-ETA y querían conocer la opinión de HB sobre la
propuesta de la banda.
La respuesta de EA a la propuesta etarra fue calificada por la
organización de «contradictoria» ya que «por una parte, dijeron que
esa propuesta era como para firmarla el mismo día, pero que no
valdría para mucho». Tras la reunión, se acordó que la respuesta a
la propuesta de ETA llegara antes del mes de septiembre.
Así, en septiembre de 1999 la formación que lidera Arzalluz
respondió a la banda mediante una carta que, según ETA, «era una
especie de declaración de intenciones, pero sin ninguna propuesta
concreta, un intento de ganar tiempo». A juicio de ETA, la carta
del PNV no respondía a quien debía y pretendía dar, ante HB, una
imagen de posibilidad de acuerdo. Así, alegando que el proceso
había entrado en un «impasse» y la situación no daba para más, ETA
tomó la decisión de romper la tregua.
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