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El presidente catalán señaló en su tradicional discurso de Fin de Año, pronunciado ayer tarde, que desde Cataluña «podemos ayudar y siempre intentaremos hacerlo, tanto como podamos, pero en último término la paz ha de germinar en tierra vasca, plantada, protegida y hecha crecer por los hombres y mujeres de Euskadi». El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró que «el epicentro del problema no lo tenemos aquí. Está en el País Vasco» por lo que, en su opinión, «sólo lo podrán resolver los vascos» con su «energía moral, su determinación de evitar la destrucción, su patriotismo, es decir, su voluntad de salvar su propio país».

El discurso del presidente catalán tuvo lugar tras sus dos últimas conferencias de prensa en las que dijo que el pacto antiterrorista suscrito por PP y PSOE va en contra del nacionalismo y que está dispuesto a hacer de «lubricante» entre el PP y el PNV. «Antes que nada "afirmó Pujol en su intervención" debemos lamentar los muertos y recordar a sus familias» y «dedicar nuestro esfuerzo principal a evitar que haya más víctimas. Pero además, debemos tener presente que el objetivo de los terroristas es también minar nuestra moral y nuestra cohesión. Y eso también lo debemos evitar».

El presidente catalán recordó que en sus 35 años de existencia ETA ha causado 54 muertos en Cataluña y mencionó que después de atentados como los de Hipercor, Vic y Sabadell, «ahora han vuelto» y durante este otoño han asesinado a José Luis Ruiz Casado, Ernest Lluch, Francisco Cano y Juan Miguel Gervilla. Pujol apostó por un «rechazo sereno y decidido contra la criminalidad terrorista, sabiendo que quizás esta situación puede durar mucho» y aseguró que «no nos moverán de la adhesión a los valores de la paz, la convivencia, el respeto cívico y un patriotismo constructivo».