El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, descartó ayer que el
nombramiento de Artur Mas como 'conseller en cap' y la consiguiente
crisis generada entre los socios de CiU derive en una ruptura de la
coalición nacionalista, porque «sería un disparate».
Pujol manifestó su «deseo muy entrañable de que las cosas nos
vayan bien, que la coalición se mantenga, que creo que se
mantendrá». Añadió que «podemos tranquilizar» a los votantes de CiU
y recordó que «hemos hecho mucho trabajo juntos durante 20 años y
esperamos seguir haciéndolo».
Pujol aseguró que «siempre he sentido afecto, simpatía y
comprensión por los planteamientos que hace UDC», tras lo que
admitió que «a veces estamos de acuerdo» y «no nos entendemos en
puntos concretos», pero reiteró su «predisposición positiva» hacia
sus socios de coalición.
Pujol admitió que el nombramiento de Mas es «un acto de
confianza» pero que «no equivale a nombrar nada más que esto, un
'conseller en cap'», a lo que añadió, no obstante, que el cargo
«tiene una trascendencia que no niego».
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