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El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco dictó ayer el secreto de la investigación en la que procedió al registro de numerosas dependencias vinculadas al alcalde de Marbella, Jesús Gil, que se ha personado en la causa y a quien la oposición ha pedido que dimita.

Ruiz Polanco, que investiga una supuesta malversación de 4.442 millones, procedió la pasada madrugada al registro del Club Financiero de Marbella, sociedades municipales y la oficina privada del alcalde, horas después de que la Fiscalía presentara una querella contra Gil y otras cuatro personas por falsedad y malversación. Jesús Gil respondió a esta actuación mediante un comunicado, en el que acusó al fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, de «obsesión personal» contra él y de «engañar» al juez de la Audiencia Nacional con una querella «inventada y falsa», que, según el alcalde, ha provocado «el ridículo», al tiempo que denunció una persecución por parte del «aparato del Estado».

Según fuentes jurídicas, las empresas supuestamente emisoras de facturas falsas con las que Gil habría cometido los delitos son sociedades «fantasmas». Entre los acusados en la querella en la que prevé personarse el PSOE como acusación particular, se encuentran, además de Gil, el gerente de Urbanismo de Marbella, Juan Antonio Roca, y el que fue responsable de la empresa Contrata 2000 entre 1991 y 1995, José Luis Jiménez.

Tras los registros, desarrollados entre las 22.00 y las 4.15 horas y que son fruto de la querella formulada por la Fiscalía tras unas diligencias informativas abiertas hace un año, Gil aseguró en un comunicado que «lo ocurrido resulta de ciencia ficción», y que la Audiencia Nacional «no tiene competencias por ley para la malversación de fondos y falsedad».