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EFE-PAMPLONA Un emotivo agradecimiento de la viuda del concejal de UPN Jose Javier Múgica, asesinado por ETA en Leiza, puso fin a la manifestación celebrada esta noche en Pamplona bajo el lema «Paz y libertad. Bakea eta askatasuna. ETA no», en la que participaron unas 50.000 personas, según la Policía Municipal. Cuando los asistentes se encontraban en la Plaza del Castillo, punto final de este acto convocado por el Gobierno y el Parlamento de Navarra tras los asesinatos del edil y del ertzaina Mikel Uribe, la esposa del concejal de UPN Reyes Zubeldía quiso agradecer el apoyo de los congregados, ante quienes se presentó diciendo: «yo soy la viuda».

«Simplemente para decirles que estoy muy, muy agradecida de todos ustedes. Y estoy muy tranquila porque tengo tres hijos muy buenos, maravillosos y sé que nos van a ayudar en todo. Gracias a todos vosotros. Gracias», dijo en una imprevista intervención. Poco antes, arropada por su madre, sus hermanos Francisco Javier y Daniel, el presidente del Gobierno y del Parlamento de Navarra, Miguel Sanz y José Luis Castejón; el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el delegado del Gobierno en Navarra, José Carlos Iribas; entre otros, la hija menor del edil asesinado leyó un comunicado en memoria de su padre, a quien despidió, en castellano y euskera, afirmando que «siempre estarás con nosotros».

Raquel Múgica afirmó que su padre, «representante elegido por el pueblo», había sido «cobardemente» asesinado «por defender sus ideas, por defender la libertad y la democracia, por defender la libertad de Navarra, por no plegarse, como muchos de sus vecinos, al silencio y al miedo que impone la amenaza terrorista». «Mi padre ha muerto por ser valiente y su ejemplar valentía se contrapone con actitudes cobardes que han quedado en evidencia en este atentado, la cobardía de los asesinos que colocaron en la oscuridad de la noche la bomba que le mató, la cobardía de quienes informaron a los asesinos con todo detalle de sus costumbres, la cobardía de quienes pusieron su nombre en la diana de paredes y publicaciones para tratar de justificar lo injustificable y la cobardía de quienes consienten o se niegan a condenar estos actos de barbarie».

«Todos "prosiguió" tienen parte y responsabilidad en este crimen», agregó Raquel Múgica. Continuó su lectura para apuntar que «una bomba activada por manos asesinas acabó con tu vida, que nadie nos va a devolver y que ha destrozado nuestra familia». «Pero esa bomba no ha matado ni matará nunca el ejemplo de honradez y de cariño que nos has dado a nuestra familia, ni el ansia de paz y de progreso, de libertad y de concordia, que siempre procuraste a través de tus palabras y de tus actos, de tu firmeza y de tu valentía para Leiza y para Navarra», dijo la hija del concejal asesinado por la banda terrorista.